El individuo acusado de hacerse pasar por mototaxi para asaltar jubilados y a personas con discapacidad fue imputado, luego de otras tres indagatorias, por otros cuatro hechos, todos con “privación ilegítima de la libertad”, dos “robos” y dos “hurtos”, señalaron fuentes judiciales.
Tras una maratónica serie de audiencias que se iniciaron el pasado viernes ante el juez de Instrucción 1 de Oberá, Pedro Benito Piris, el joven de 28 años fue notificado de que seguirá detenido hasta que se resuelva su situación procesal. En las cuatro ocasiones que estuvo frente al magistrado, entre el viernes, el lunes y ayer, se abstuvo de declarar y designó a un defensor oficial.
El falso mototaxi durante un mes esquivó la búsqueda policial, lapso de tiempo en el que cometió media docena de violentos atracos, donde sus objetivos eran siempre los mismos: personas vulnerables.
Su arresto fue posible luego de que los efectivos le tendieran una emboscada y lo rodearan en zona urbana obereña. A sabiendas de que golpeaba prácticamente cada semana, los funcionarios policiales dispusieron vigilancias discretas y encubiertas en puntos claves de la Capital del Monte. Hasta que intentó otro robo, a un no vidente. Fue el pasado martes 7 de enero, y también su último accionar delictivo, ya que no le dieron tiempo a nada, lo cercaron y arrestaron.
La motocicleta en la que se desplazaba, una Honda Titán 150 tenía pedido de secuestro por robo. Cuando buscaron sus antecedentes, además de otros delitos contra la propiedad, se supo que también lo buscaban por abuso sexual. Se trataba de un individuo conocido con el alias de “Rottweiler”.
Sin piedad
El viernes pasado el juez Piris imputó al sospechoso por uno de los hechos que hasta ahora se considera de mayor gravedad.
Fue por “privar de su libertad y robar” a un hombre de 76 años. La víctima denunció que se hallaba en el barrio obereño de Villa Svea y lo interceptó un individuo a bordo de una motocicleta. Fingiendo ser amable, le ofreció trasladarlo ya que viajaba en la misma dirección que él, por lo que el jubilado aceptó. Más adelante, el asaltante desvió su recorrido hacia el Salto Berrondo, es decir al otro extremo de donde iba su acompañante, quien al notar que el delincuente aceleraba, en una maniobra desesperada, decidió arrojarse de la motocicleta.
El ladrón no le brindó asistencia, le sacó la mochila con unos 20 mil pesos y se dio a la fuga. El jubilado fue trasladado a un centro asistencial, debido a que sufrió lesiones en la cabeza y fractura en una clavícula, producto de la caída sobre el asfalto. En el marco de su raid delictivo, el asaltante también cometió una salidera bancaria a un pensionado, al que le robó casi 200 mil pesos. Entre el lunes y ayer fue imputado por otros tres hechos: “privación ilegitima de la libertad”, uno con “robo” y otros dos con “hurto”, por lo que, por ahora, suma cuatro causas judiciales.