En diciembre pasado, el Ministerio de Salud de la Nación anunció un reordenamiento de su estructura, con un fuerte recorte de personal y gastos en programas que venía ejecutando, en el marco del ajuste que reclamó el presidente Javier Milei a su Gabinete.
En el paso de la “motosierra”, se sostuvieron algunos estamentos en la estructura pero con una enorme incertidumbre respecto a los recursos financieros para seguir atendiendo a poblaciones objetivo. Entre ellas, se encuentran las áreas de enfermedades transmisibles; salud sexual y reproductiva como el programa de prevención del embarazo adolescente no deseado.
La Sociedad Argentina de Infectología (SADI) reveló en sus redes sociales que solicitó una reunión al ministro de Salud de la Nación, Mario Lugones, para dialogar “sobre las áreas de enfermedades transmisibles, vinculada a preservar su rol federal, igualitario en el acceso a la salud, conservando sus funciones, su calidad profesional, científica y técnica”.
A su vez, el pasado 14 de enero enviaron una nota a la Dirección Nacional de Enfermedades Transmisibles, “… para conocer alcances e impacto que podrían producirse por la modificación del organigrama del Ministerio de Salud de la Nación, en las coordinaciones de Zoonosis, Tuberculosis y Lepra, Hepatitis Virales y Uso Apropiado de Antimicrobianos”.
En ese sentido, comunicaron que “se estableció contacto con otras sociedades científicas en pos de realizar acciones conjuntas sobre el tema”.
“Nos preocupa cómo siguen las políticas sin las personas”
Por su parte, Leandro Khan, director ejecutivo de la Fundación Huésped, apuntó a la generación de nuevos problemas en las áreas de atención de poblaciones sin cobertura social. “Lo que observamos en el campo de distintas políticas de salud durante 2024, y en los poquitos días de 2025, es que parece sostenerse la tendencia de los muchos desafios que tiene la salud en Argentina: ninguno se resuelve y se crean nuevos problemas”, dijo.
En diálogo con FM 89.3 Santa María de las Misiones y canal 9 Norte Misionero, admitió que “en salud sexual, la primera luz de alerta del año la tuvimos con el desfinanciamiento del plan ENIA, el plan de embarazo no deseado en la adolescencia, un modelo de Argentina que empezó con el Gobierno de Macri y se siguió con Alberto Fernández. Si bien sigue existiendo nominalmente, prácticamente tiene un desfinanciamiento total de los agentes sanitarios en territorio (escuelas y centro de salud); demoras importantes en compra y provisión de métodos anticonceptivos, sobre todo los implantes subdérmicos que han posibilitado un descenso notable de embarazos adolescentes. Realmente ha mostrado números muy espectaculares”.
Leandro Khan se refirió al presupuesto para 2025, cuando no se aprobó la ley en el Congreso y sigue vigente el de 2023 que fue prorrogado días pasados.
“Cuando se presentó el presupuesto 2025, hicimos una advertencia porque nos llamó la atención la meta física que se había planteado, es decir, la cantidad de gente que se pretendía tratar y testear durante 2025. Como el presupuesto no se trató en el Congreso, se extendió el presupuesto de 2023 que es el vigente, tenemos una discrecionalidad del Ejecutivo para utilizar los recursos para la salud”, explicó.
Ante la posibilidad de que el ajuste llegue a la compra de medicamentos y vacunas, anticonceptivos, antirretrovirales y otros reactivos para VIH, el director Ejecutivo de Fundación Huésped recordó que “las leyes son claras en cuanto a la responsabilidad del Estado nacional en la provisión. Si bien hubo demoras en la compra de algunos de los antivirales durante el año, se fue solucionando y aparentemente se daría continuidad a la provisión”.
El jueves se generó un panorama mayor de incertidumbre. “Nos levantamos con la noticia que llegaron los contratos el jueves de las direcciones de VIH y Vacunas con fechas de caducidad al 31 de enero. No se puede saber qué pasará en 15 días y, más allá de las fuentes de trabajo, son personas con un expertise técnico y altísimo compromiso con la tarea de hace muchos años, interactuando con los equipos provinciales de inmunoprevenibles como VIH”, reveló.
“Nos preocupa cómo siguen las políticas sin las personas. Lo que tenemos son más dudas que certezas, nada indica que no se puedan renovar los contratos el 1 de febrero o que se vayan a renovar algunos o todos. No hay información y eso genera muchísima incertidumbre en los trabajadores y en los beneficiarios de los programas”, agregó Khan al respecto.
Finalmente, advirtió que las personas con VIH necesitan acceder a los tratamientos en las provincias pero con medicación que provee la Nación. Y, en el caso de las vacunas, tanto las que son para niños, niñas, embarazadas y adultos, “tienen un sistema de planificación y seguimiento epidemiológico que es importante sostener”, reclamó.
Vacuna contra el VIH: “Estamos un poquito más lejos”
El director Ejecutivo de Fundación Huésped, Leandro Khan, fue consultado en la charla con FM de las Misiones sobre las investigaciones para obtener una vacuna preventiva del VIH-SIDA.
Lamentó que “estamos un poquito más lejos que hace un tiempo, porque en el año 2020, antes de la pandemia de COVID, empezó un estudio de la vacuna donde Fundación Huésped participó en un gran estudio mosaico. Luego, a mediados de 2021, se interrumpió porque mostró seguridad pero no eficacia, es decir, no servía para prevenir porque se ponía en riesgo a los participantes”.
Sin embargo, no todas son malas noticias en el campo de la ciencia para prevenir el VIH. “Tenemos avances muy fuertes en los tratamientos y estrategias de prevención vía drogas inyectables que no son vacunas”, indicó Khan.
“Este año, la revista Science destacó el avance de la droga Lenacapavir como forma de prevenir el VIH, con una inyección cada seis meses en población de más alto riesgo de contagio. Tenemos el orgullo de ser uno de los centros que ha participado a nivel mundial en el estudio clínico que muestra la efectividad para la prevención”, explicó. Respecto a la actividad de la Fundación Huésped, Leandro Khan recordó que salvo algunos casos muy específicos, no se manejan en investigaciones con fondos públicos.
“Entonces, en nuestro caso particular, no hay investigaciones que estén paradas. Sí nos pasa que tenemos aumento de costos y los ingresos por donaciones no acompañan los montos, lo que nos acarrea una situación muy difícil, inédita en los 35 años de la Fundación”, aseguró.
En ese sentido, hizo un llamado comunitario: “Necesitamos urgentemente contar con más personas que puedan colaborar con nosotros con su tarjeta de crédito y débito por un pequeño monto mensual. Son $6.000 por mes, el costo de dos cafés por mes. Con eso nos ayuda mucho a sostener los servicios que damos de información, de contención, directos. Y esta posibilidad de estar atentos y alerta ante situaciones de vulneración de derechos que pueda sufrir la población de personas con las que trabajamos”.