Una larga o corta exposición al sol debe ser motivo de cuidados en estos días de verano. El daño a la vista puede ser importante y merecer incluso alguna intervención quirúrgica.
Por esta razón, los especialistas recomiendan de manera constante que grandes y niños cuiden la vista, mediante la utilización de anteojos oscuros que se pueden adaptar a necesidades de aumentos en las lentes, si es que la persona ya cuenta con alguna afección visual.
En diálogo con FM 89.3 Santa María de las Misiones, la doctora Nadia Flores, presidente de la Asociación de Oftalmólogos de Misiones, sostuvo que son las gafas con protección UV de radiación ultravioleta las más recomendadas.
En medio de un mercado informal importante y la posibilidad de encontrarlas en la vía pública o las Placitas, la médica especialista no dudó en pedir que se compren en ópticas, “porque sabemos que cuentan con esta protección”.
“Si se compran en las Placitas los lentes oscuros, que no son recetados y con protección UV o con filtro, lo que hace es dificultar nuestra visión pero no nos protege. La pupila, con la dificultad, se abre más para poder ver. Es decir, ingresa más la luz solar y es un efecto contrapuesto”, indicó.
Nadia Flores aseguró que estas medidas preventivas “no es solo para verano” y reveló que es cada vez a menor edad la incidencia de afecciones como cataratas.
“Tengo pacientes de 60 años con cataratas y muchas veces se dan por la exposición al sol. Especialmente aquellos adultos mayores que trabajaron en las chacras que no se han protegido y se manifiestan las cataratas antes de tiempo. Cuando el promedio es por encima de los 70, ya tenemos gente joven con cataratas”, reveló.
Y agregó que “los niños también deben protegerse, hay lentes menos oscuros. Especialmente cuando se viaja horas y horas. Hay chicos que tienen sensibilidad a la luz”.
Qué encontraron en los operativos por los municipios
Respecto a la consulta médica oportuna, contó en otro tramo de la charla la experiencia con los jóvenes en los operativos “Mirar Mejor”, organizados por el Gobierno provincial a través del IPLyC, apuntado a llegar a 18 localidades donde no es posible contar de manera constante con un médico oftalmólogo y facilitar la entrega de lentes a personas de escasos recursos. Fueron personas de 14 años en adelante. “Ahora veremos de hacer una campaña con los niños”, anticipó.
“En los operativos de la provincia encontramos personas de 35 años que nunca habían ido a un oculista y no veían nada bien. Les peguntaba cómo habían pasado tanto tiempo viendo mal, acostumbrados a ello. Y se fueron con sus lentes”, contó la doctora Flores.
Los casos más encontrados fueron de estrabismo, cataratas, adolescentes con miopía “que no les permite ver a tres metros”. También pacientes de 40 a 45 años “que no podían leer y dimos muchos lentes para la lectura”, dijo Flores.
Advirtió que ve a muchas personas “… al mediodía sin protección. Hay pacientes que no saben que los lentes de sol pueden tener aumento y protección solar”.
Y sumó que los albinos o las personas que tienen su piel muy blanca “pueden tener la retina con falta de pigmento”, por lo cual deberán aplicar mayor protección.
Cuidado en las piletas
En otro tramo de la charla radial, la titular de la Asociación de Oftalmólogos de Misiones se refirió al ingreso a piletas de uso compartido o públicas y el cuidado de la vista.
En particular, dijo que hay que tener cuidado con la conjuntivitis. “Si vamos a ir a una pileta pública en un club o a un encuentro familiar, alguien puede tener conjuntivitis. Es importante usar antiparras y no tocarse los ojos cuando pica o lagrimea”.
Explicó que, “cuando los tocamos, la mano está contaminada por haber tocado elementos usados por personas con conjuntivitis y puede convertirse en el vector de transmisión”. También, si se conoce a una persona que tiene conjuntivitis, “hay que evitar los saludos cachete con cachete de la cara porque la lágrima puede contagiarnos”.
Un dato que dio Flores, es que una conjuntivitis puede durar de una semana a 10 días.
En cuanto a las piletas propias o sociales, la médica oftalmóloga se refirió al uso del cloro: “abre las puertas a la infección porque nos irrita los ojos y nos deja más expuestos. Porque no se contagia por el aire sino por el contacto. Se puede contagiar cuando lagrimeamos más allá de tener los ojos rojos. Eso puede ocurrir entre los primeros tres a cuatro días”.
Entre las recomendaciones que dio, estuvo no usar lentes de contacto cuando estamos en las piletas, “porque puede ser un medio de contagio al raspar el ojo en el agua. Si los usamos, ponerse antiparra”, precisó.