“Lamentablemente el tratamiento o la limpieza del río (como preparación para el embalse de Yacyretá) fue poco y nada en algunos lugares. Cerca de San Ignacio se ven todos los troncos cortados a media agua o a ras del agua, y son peligrosos”. , planteó el director de Seguridad Acuática de la provincia, Franco Bacigaluppi, a la FM 89.3 Santa María de las Misiones, donde dejó varios consejos importantes para no sufrir un mal momento -o algo peor- a la hora de refrescarse en el cada vez más peligroso río Paraná.
En este sentido, el funcionario y al mismo tiempo guardavidas remarcó que “siempre recomendamos que tengan cuidado al ingresar, y más si no conocen el lugar; no solo por las profundidades o por las rocas o por los troncos, sino también por lo que corre a veces el río”.
“Más que nuestro río no es transparente: yo no veo el fondo. Entonces, a veces ingreso de una forma y me puede llegar a lastimar porque no veo la profundidad, no veo los obstáculos, sean troncos, piedras o incluso a veces estructuras de columnas viejas, casas o algunos edificios en esos lugares”, agregó.
Por eso lo recomendable es buscar a una persona en el lugar que “me pueda orientar sobre qué lugar es peligroso, qué lugar es profundo, en qué lugar hay piedras… No todos los lugares tienen guardavidas, que sería lo ideal, pero casi siempre suele haber un baqueano o alguien que por ahí es el dueño de la concesión o a veces el mismo cantinero”.
Y a la inversa, “cuando vean turistas de otro lado, que siempre les comenten en dónde están los pozos, dónde están las piedras, qué lugares son seguros. Eso va a ayudar a que el turismo por lo menos tenga un poco de prevención y contención, porque si no, vamos a seguir lamentando accidentes”.
Recomendaciones básicas
Como consejo básico, planteó Bacigaluppi que “cuando uno ingresa al río y te empieza a llevar el agua, uno se asusta y empieza a nadar en contra del río, y es lo peor que uno puede llegar a hacer porque te cansás y entrás en pánico. Ahí uno tendría que directamente flotar, empezar a nadar a favor de la corriente y que, por más que ‘bajes’ diez o quince metros, no hay problema porque vas a llegar tranquilo” a la costa.
También explicó que “las piedras no son un buen lugar de acceso al río. Ni hablar del musgo que queda en las piedras, que las deja como si fuera un jabón: realmente es peligrosísimo”.
Por otra parte, remarcó que siempre -incluso en las piletas de las casas- “tirarse de cabeza es un riesgo. Vemos que los nadadores de competencias hacen una entrada de cabeza, pero es una entrada distinta, donde vos buscás distancia. A veces la gente se tira de cabeza muy en vertical y ahí es donde golpea la cara contra el piso, en algunos casos terminan raspándose la frente, rompiéndose la nariz y otros lamentablemente como este chico” que está luchando por su vida desde el fin de semana pasado, con graves lesiones de cráneo y columna vertebral tras arrojarse al río y chocar contra unas piedras en la Isla del Medio.