El sábado la policía rescató el cuerpo sin vida de una persona a orillas del arroyo El Zaimán y pese a que había indicios que podría tratarse del joven, ayer mediante la autopsia lo confirmaron. Se trata de Gabriel Álvarez de 20 años a quien sus familiares vieron por última vez el jueves 16 de enero cuando salió de su vivienda del barrio Villa Las Dolores en jurisdicción de la comisaría Decima de esta capital.
Es que, de acuerdo a fuentes policiales en su momento, del cuerpo retiraron elementos que fueron reconocidos mediante fotografías por familiares de la víctima. La referencia para un anillo y una pulsera o tobillera de hilo que tenía el cadáver.
Por su avanzado estado de putrefacción, era prácticamente imposible reconocer sus facciones ya que varias extremidades habían sido devoradas por peces de acuerdo al primer informe del médico legista.
Lo que develaba a los efectivos encargados de investigar el caso, era descartar un hecho de homicidio. En este contexto, fuentes consultadas por este Diario confirmaron que el cuerpo no tenía signo de violencia y el causal de muerte se debió a “asfixia por inmersión” es decir que murió ahogado.
Como se publicó en su momento, durante la tarde del último sábado, la policía fue advertida sobre la presencia de un cuerpo flotando a orillas del mencionado cause de agua.
Transeúntes lo notaron y en seguida se comunicaron al sistema 911. Fue así que una patrulla de la comisaría Octava llegó al lugar y con la colaboración de Bomberos de la Zona Sur y Garupá, rescataron el occiso.
Desde ese momento y ante la presunción de que podría ser el joven de 20 años, desaparecido desde el jueves pasado, su familia, fundamentalmente la progenitora, una mujer de 40 años, recibió asistencia psicológica de personal profesional de la policía.
Luego de los trámites pertinentes ordenado por el juez de Instrucción 2, Juan Manuel Monte, el cuerpo será entregado a familiares para velatorio y posterior inhumación.
En cuanto a las circunstancias del hecho, lo que resta en materia de averiguación o confirmación, es si la víctima cayó o se arrojó al arroyo teniendo en cuenta presuntos antecedentes de intentos de suicidio en la zona.
Una versión que habría dado su progenitora es que el joven le manifestó que quería quitarse la vida, pero se desconocen mayores detalles.
La policía por su parte advierte a la sociedad de la peligrosidad de ingresar a lugares no habilitados ya sea en arroyos o directamente el río Paraná.
Los únicos lugares habilitados para el ingreso al agua y con el debido control de seguridad son los balnearios de El Brete y Miguel Lanús (Costa Sur) como así también la playa de Candelaria, remarcaron desde la fuerza teniendo en cuenta la jurisdicción de Posadas y las localidades más cercanas.