Recientemente, un equipo de investigadores argentinos del CONICET descubrieron que la cáscara del maní contiene compuestos con propiedades antivirales que podrían ser utilizados para combatir el dengue.
En diálogo con FM 89.3 Santa María de las Misiones, la doctora en Ciencias Biológicas e investigadora Carola Sabini, lider del proyecto, contó más detalles sobre los avances y obstáculos que atraviesa la investigación.
“El maní nos llamó la atención porque tenía descrito ya varios componentes y algunas actividades biológicas. Tenía alto contenido de fenoles totales, que son compuestos que ejercen acciones beneficiosas para la salud”, explicó la doctora Sabini.
“La verdad que son prometedores los resultados que hemos obtenido y esperamos poder llegar a un producto que sea aplicado para la sociedad. Nuestro estudio se trata de un extracto proveniente de la piel del maní que hemos visto que tiene actividad inhibitoria frente al virus del dengue“, remarcó.
“Hemos podido publicar los resultados frente al serotipo 2”, señaló Sabini. “Sin embargo, nosotros continuamos estudiando contra los otros serotipos y vimos que también tiene buenos resultados”, agregó.
El futuro del proyecto
El equipo ahora se encuentra trabajando en la fase preclínica del proyecto, que consiste en realizar estudios en modelos animales para evaluar la seguridad y eficacia del compuesto. “Creemos que aproximadamente entre dos o tres años como mínimo harían falta para poder utilizar, pero estamos en buen camino”, determinó.
En cuanto a cómo será presentado el producto, aclaró que: “En este momento estamos trabajando en lo que es la vía oral. Estamos pensando en el desarrollo de una pastilla que puede ser utilizada como un fármaco, como si fuera un antibiótico, pero un antiviral, digamos, en el caso de alguien que tenga en curso la infección por el virus del dengue. Mientras que por el otro lado estamos trabajando en la bebida funcional, que ya está pensada más desde lo preventivo, no como un tratamiento, sino como una prevención para consumirla habitualmente y que mejore nuestras defensas orgánicas, a la vez de que tiene propiedades antioxidantes, propiedades inmunomoduladoras”.
El llamado a la colaboración
El equipo de la doctora Sabini hace un llamado a la colaboración y el apoyo para avanzar en el proyecto. “Más allá de lo experimental que siempre tiene sus desafíos constantes de tener que ir adaptando, de tener que ir buscando nuevas estrategias, también la cuestión económica es un tema complejo, siempre estamos en búsqueda de apoyos económicos para poder llevar adelante nuestros experimentos“, aclaró.
Si bien en este momento cuentan con dos subsidios de Nación “relacionados a lo que es el desarrollo de la bebida funcional que pretendemos desarrollar, ahora no están entregando los desembolsos económicos, lo que ha llegado en el último instante, que es de un proyecto de CONICET fue sin actualización del presupuesto como se pidió originalmente, entonces es muy poco el dinero y no alcanza”.
“Necesitariamos conseguir más subsidios para seguir trabajando”, concluyó.