Un lobo marino macho juvenil de la especie Dos Pelos Sudamericano (Arctocephalus australis) regresó al mar este miércoles 22 de enero, tras un mes de rehabilitación en el centro de rescate de la Fundación Mundo Marino, en San Clemente del Tuyú.
El animal fue encontrado el 21 de diciembre pasado por Daniela Mamousse, una turista oriunda de Luján, mientras disfrutaba de la playa junto a su familia. “Cuando nos acercamos vimos que se trataba de un lobito y que tenía una tanza alrededor del cuello que le había provocado una herida hasta una de sus aletas. Aunque tenía esa herida, se lo veía animado”, relató Mamousse, quien contactó al centro de rescate.
El equipo de rescate de Mundo Marino llegó rápidamente al lugar, asistió al animal y lo trasladó al centro. Allí, los veterinarios detectaron una herida profunda que había cortado fragmentos de músculo en el cuello y el hombro derecho. Según Juana Caferri, médica veterinaria de la fundación, se realizó un tratamiento sistémico con antibióticos, analgésicos y limpiezas locales para acelerar la cicatrización.
Durante el proceso, el lobo marino también recibió hidratación y un plan nutricional especializado. Semanas después, nuevas pruebas confirmaron que los parámetros sanguíneos eran normales y que la herida había cicatrizado correctamente. Al recuperar su actitud alimenticia y comportamental, los veterinarios decidieron dar el alta para su reintegración al mar.
Andrea Cabrera, presidenta de la Fundación Mundo Marino, enfatizó la importancia de prevenir estos casos: “Visibilizar casos como este es fundamental para que tomemos conciencia de cómo nuestras acciones impactan directamente en los animales que habitan nuestras costas. Al desechar correctamente elementos como tanzas de pesca, evitamos daños irreparables en la fauna marina”.
El lobo marino de Dos Pelos Sudamericano es una especie ampliamente distribuida en Sudamérica, con colonias importantes en Uruguay y Perú. Estos animales, conocidos por sus dos capas de pelo que los protegen del frío, se alimentan de langostinos, camarones, calamares y peces, y los machos pueden alcanzar hasta dos metros de longitud y 150 kilogramos de peso.
El regreso de este ejemplar al océano marca un éxito más en el trabajo de conservación y rescate que realiza la Fundación Mundo Marino.