Con una merma estacional en el consumo y con una circunstancial estabilidad, algunos alimentos bajaron sus precios en las góndolas. En las últimas semanas, en almacenes y supermercados se empezó a notar una retracción en los precios de la yerba y en lácteos, respectivamente.
Aunque en el primer producto se pueda atribuir la estacionalidad, debido a una caída natural del consumo que se da en los calurosos días de enero, en el caso de la leche y sus derivados, los motivos del descenso en sus precios no es del todo claro.
“La yerba ya venía con algunas modificaciones”, explicó a PRIMERA EDICIÓN, el empresario posadeño, Nelson Lukowski, refiriéndose a los ajustes que realizaron algunos yerbateros antes de la temporada estival.
Según el comerciante, este fenómeno tiene particularidades propias del verano. “En esta época del año, lo que más se consume es yerba para el tereré, pero el consumo cae”.
El descenso en la demanda de yerba en verano no es nuevo. La estacionalidad juega un rol clave: aunque el tereré es popular en esta temporada, el hábito de tomar mate disminuye, lo que repercute directamente en el consumo general.
Asimismo, a nivel nacional, el Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM) señaló que durante los últimos meses del año pasado se registró una leve retracción en las exportaciones, lo que podría estar vinculando al actual ajuste de precios.
Sobrestock inesperado
Otro mercado que ha mostrado variaciones significativas es el de los lácteos. “Evidentemente hay un sobrestock de las empresas. No sabemos bien a qué se debe”, mencionó Lukowski. Este excedente ha generado ofertas llamativas, especialmente en productos como yogures y leche larga vida.
El empresario señaló un cambio notorio en los precios desde mediados de 2024. “Para ese entonces, un yogur estaba en los $1.700 o $1.800, el más barato se conseguía a $1.400 o $1.500. Un litro de leche larga vida no bajaba de $1.600. Hoy estamos viendo ofertas sorprendentes: yogures a $1.300 y muchas marcas nuevas ingresando a Misiones”.
Lukowski indicó que considera que este ajuste se debe a estrategias de las empresas para adecuar costos. “Algunas empresas no aumentaron sus productos durante cinco meses y, en la primera quincena de enero, aplicaron subas de apenas un 5%. Esto demuestra que buscan un acomodamiento de precios”, aseguró.
Consumo y oferta
Según Lukowski, la dirección que tome el mercado dependerá del comportamiento de los consumidores. “La oferta y la demanda son las que están direccionando esta situación. Que se mantengan estos precios dependerá del consumo de la gente”.
En Misiones, ciertos productos han mostrado estabilidad en los últimos meses, mientras otros han registrado aumentos moderados.
“En el caso de los fiambres, hubo subas del 5 al 8%, pero igual se venden porque acompañaron los aumentos de la carne”, explicó. Esta tendencia también se observa en productos estacionales como salchichas, hamburguesas, prepizzas y bebidas, cuya demanda se duplica en verano.
Perspectivas con optimismo
Para Lukowski, las perspectivas a corto plazo apuntan a una relativa estabilidad en los precios de los productos más afectados por la estacionalidad. “No creo que se disparen los precios, menos con el consumo que hay”, afirmó.
Sin embargo, advierte que el comportamiento del mercado dependerá de la capacidad de los consumidores para mantener el nivel de compras.
Mientras tanto, ofertas en lácteos y yerba mate podrían continuar siendo protagonistas en los próximos meses, marcando un alivio temporal para los bolsillos misioneros.
La caída de precios de productos esenciales como la leche y la yerba mate no solo es un fenómeno económico, sino también un reflejo de la dinámica de consumo en la provincia.
En este contexto, las decisiones empresariales y los hábitos de compra de los consumidores serán clave para definir el panorama comercial en 2025.
Productos importados
Aunque algunos comerciantes han comenzado a trabajar con productos de limpieza importados de Brasil, Lukowski aclaró que, en su caso, todavía no han visto precios competitivos.
“Las distribuidoras están empezando a traer cosas como repasadores y trapos de piso, pero los precios que nos pasaron no justifican el cambio”, comentó.
El empresario también destacó la particularidad del mercado misionero, donde la oferta de productos extranjeros sigue siendo limitada.
“Nosotros seguimos trabajando con nuestras empresas argentinas y productos de acá. En Misiones, prácticamente no hay distribuidoras que puedan manejar este tipo de importaciones. Más allá del papel higiénico que hubo en su momento, ahora se empiezan a ver otros productos, pero siguen siendo casos aislados”, finalizó el empresario.