Conservar las condiciones físicas de los caminos y garantizar la seguridad del transporte son los principales objetivos del mantenimiento de las rutas nacionales. De un tiempo a esta parte los sucesivos gobiernos desatendieron esta cuestión crucial y hoy la situación amerita incluso un pedido de emergencia vial.
A propósito, una diputada correntina impulsa un proyecto legislativo para generar impacto por el “alarmante estado de las rutas nacionales 12 y 14”. En otros distritos como Buenos Aires, en tanto, varios intendentes asumen la tarea utilizando recursos propios frente a la pasividad de la Nación.
Días atrás la administración central formalizó su decisión de privatizar rutas cuyo cuidado y mantenimiento le competen, tales los caso de algunos segmentos de la ruta 12 y la 14 correspondientes al sector vial 18, de suma importancia para el Litoral.
De su lado, una empresa concesionaria denunció en las últimas horas “graves incumplimientos” del Estado nacional de los contratos firmados en 2009.
Como se advierte, son pocos los que buscan cumplir con la premisa que marca el mantenimiento de las rutas nacionales pese a la importancia que tienen en el desarrollo de cada región y, en definitiva, del país en su conjunto.