El caso de una mujer oriunda de Ituzaingó, Corrientes, presuntamente secuestrada en una vivienda del barrio Itaembé Guazú de Posadas en manos de quien hasta hace poco más de un mes fuera su pareja, causó conmoción no solamente en aquel populoso barrio sino en la ciudad en general. El sospechoso fue detenido y es integrante de la Prefectura.
Por estas horas, hay algunas pericias dispuestas por el juez de Instrucción 2, Juan Manuel Monte, quien interviene en la causa, pero se espera que sea clave en la investigación el testimonio de la víctima, contenida por amigos y familiares además de profesionales de la Policía de acuerdo a la información que dieron desde la propia fuerza.
Fuentes en contacto con PRIMERA EDICIÓN, específicamente una amiga de la víctima, contó que ella es oriunda de Ituzaingó, que trabajó y vivió un tiempo en Puerto Iguazú y que actualmente estaba en Posadas tratando rehacer su vida buscando nuevas oportunidades laborales. Al parecer la relación con el sospechoso había concluido en malos términos tras sufrir violencia de género a tal punto que tenía una prohibición de acercamiento, tal cual lo confirmó la propia Justicia.
Respecto a cómo se encuentra en estos momentos, la mujer estaría pasando un momento complicado teniendo en cuenta que sigue en estado de shock por lo ocurrido.
Lo que resta determinar aún es cómo el sujeto la llevó a esa vivienda, situada en calle Las Campanillas. En principio se baraja la posibilidad que el hombre haya planeado un encuentro o la citara allí y luego no la dejó salir más. Hay que recordar que sus familiares denunciaron su desaparición cuando desde el lunes casi al filo de la madrugada del martes último, no tuvieron más contacto con la mujer.
Tal como publicó en exclusiva este Diario, el hecho de que la víctima aprovechara un descuido del hombre en un momento en el cual pudo contar con su teléfono celular, para mandar la ubicación y un mensaje “no puedo salir”, fue lo que permitió dar con su paradero y la pudieran ubicar sana y salva.
La policía comunicó oficialmente en su momento que fue hallada en buen estado de salud y que en principio el cautiverio se centraba en tenerla en una habitación de la vivienda, pero sin mayores detalles. Lo que sí aclararon es que no presentaba signos de violencia, al menos recientes.
La posibilidad de que el sospechoso, al ser integrante de una fuerza estuviera armado y con conocimiento del manejo de armas justamente, hizo que se tomaran todos los cuidados del caso, pero al final, la intervención de los policías fue tan rápida y eficaz que no le dieron prácticamente tiempo a nada y no hubo resistencia alguna.
En este aspecto se considera clave el accionar de efectivos de la Brigada de Investigaciones de la comisaría Decimonovena y el apoyo de personal del Grupo de Operaciones Especiales (GOE) y efectivos de otras dependencias.
En el lugar se secuestraron cinco teléfonos celulares que serán peritados, el arma reglamentaria del prefecturiano y municiones varias como así también un revólver calibre 22 milímetros. También hay que tener en cuenta que un agravante en la causa podría ser que el sospechoso tenía estupefacientes en la propiedad (marihuana).
Se espera que la mujer y los testimonios que surjan de la causa comiencen a desfilar con el mencionado magistrado durante los próximos días al igual que el propio sospechoso, por ahora detenido.