Un equipo de científicos de la Universidad del Sur de Dinamarca (SDU) puso bajo el microscopio a las zanahorias y descubrieron propiedades que podrían cambiar la manera en que enfrentamos la diabetes tipo 2. Según un estudio publicado en Clinical and Translational Science, compuestos como el falcarinol y el falcarindiol, presentes en esta raíz, demostraron regular el azúcar en sangre y mejorar la salud intestinal.
El estudio utilizó ratones con diabetes tipo 2 alimentados con diferentes dietas, incluyendo una complementada con zanahorias en polvo. Los resultados fueron prometedores: los animales mejoraron su capacidad para controlar los picos de glucosa y desarrollaron un microbioma intestinal más saludable. Estas mejoras se atribuyen a los compuestos bioactivos de la zanahoria, que favorecen la función de la insulina y la liberación de GLP-1, una hormona clave en el metabolismo.
Además de estos beneficios, las zanahorias también aumentaron la producción de ácidos grasos de cadena corta en el intestino, fortaleciendo el sistema inmunológico y favoreciendo el equilibrio bacteriano. Sin embargo, los investigadores enfatizan que aún se requieren ensayos clínicos en humanos para validar estos resultados.
Este hallazgo resalta la importancia de incorporar vegetales en la dieta diaria, no solo como estrategia preventiva, sino también como un complemento potencial a los tratamientos convencionales para la diabetes tipo 2. “Consumir zanahorias no solo mejora el microbioma intestinal, sino que podría transformar cómo manejamos esta enfermedad”, concluyó el profesor Lars Porskjær Christensen, líder del estudio.