En la región tealera circula un rumor entre los colonos sobre fin de la zafra, que podría acelerarse mucho más de lo esperado ya que algunos secaderos podrían dejar de recibir el producto a finales de este mes debido a las bajas ventas.
Esta situación, sumada a la imposibilidad de negociar mejores precios antes del cierre de la zafra, incluso si la cosecha se extendiera hasta marzo o abril, pone a los productores en una situación difícil.
Por la caída del valor del dólar blue y de exportación que prácticamente no evidencia brechas con el oficial ni las empresas ni los productores pidieron reabrir las negociaciones en la CoProTé.
Además, por el contrario, se están alargando los plazos de pago, que ahora superan los 90 o 120 días y se agrava aún más el escenario en un año de bajo rendimiento.
Fabián Laban, productor tealero, dirigente de la Federación Agraria e integrante de la CoProTé, comentó a PRIMERA EDICIÓN que, aunque no ha habido cambios en el precio del té en lo que va de 2025, los costos de producción han aumentado significativamente, debido a los incrementos en los precios de los combustibles, repuestos y herramientas para las cosechadoras.
“El precio del té no se mueve, mientras que nuestros costos suben”, explicó Laban, quien destacó el clima de incertidumbre que enfrentan los productores.
“Lo que sí tuvimos este año fueron fuertes aumentos en los costos de producción: los precios del combustible, que dispara las demás subas; lo mismo con los repuestos y herramientas para nuestras cosechadoras. Cualquier otra suba de precios que haya en lo que requerimos para nuestras labores, nos perjudica porque el dólar no se mueve y por lo tanto los precios tampoco lo harán”, dijo enfático.
Laban también mencionó que en las últimas reuniones de la CoProTé fue uno de los principales impulsores para que la cosecha se paralice en marzo, ya que la industria constantemente menciona que hay superproducción. Sin embargo, “mi propuesta fue rechazada y las empresas nos dijeron que la cosecha se paralizará cuando ellas lo decidan a razón de las ventas que tengan”.
Mientras tanto, los secaderos aún no brindan avisos ni información oficial al respecto. Muchos colonos, sin embargo, afirman que se les pidió adelantar la cosecha y terminarla antes de finales de enero.
Según contaron algunos a este Diario el aviso se estaría propagando en varios centros de acopio de la región productora.
“Es sorprendente que, con un rendimiento tan bajo, los secaderos ya estén diciendo que van a parar de recibir té”, comentó Cristian Klingbeil, otro productor, quien añadió que este enero la cosecha fue gravemente afectada por un ataque de ácaros, algo inusual, lo que empeoró aún más el rendimiento de los teales. Klingbeil también destacó que la mayoría de las chacras no fueron fertilizadas, lo que tiró más abajo los rendimientos.
“Estamos viendo cómo se desarrolla todo día a día”, añadió el productor. Por su parte, Laban agregó que, mientras las empresas tengan pedidos de té, continuarán comprando. Sin embargo, si no tienen demanda, simplemente pararán de recibir el producto, lo que dejaría a los productores a merced de las decisiones de la industria. Esto genera una gran preocupación, ya que los productores no saben cuánto té podrán vender, lo que provoca una caída en los precios y un sentimiento de desesperación entre ellos.
“Este tipo de situaciones ya las hemos vivido antes”
Las esperanzas de obtener alguna ganancia del té este año están prácticamente perdidas. La primera cosecha fue afectada por el ácaro y otra parte no se cosechó porque los secaderos aún no estaban listos para recibirla. La segunda zafra fue la más productiva de la temporada, pero la tercera viene muy baja.
“Solo aquellas empresas que cuentan con un mercado constante y un stock importante para entregar serán las que no paren de recibir té en el corto plazo”, estimó Laban.
Precio regulado e insuficiente
A pesar de las dificultades, el té sigue siendo una de las pocas producciones con una regulación de precios de parte del Estado, algo que se viene cumpliendo bastante bien especialmente en la región donde se produce té certificado.
Sin embargo, el precio fijado por la CoProTé no será suficiente para compensar los altos costos y los bajos rendimientos de los productores.
“La relación costo-ganancia siempre se obtuvo de dividir la venta en cuatro zafras, pero todo indica que este año van a ser solo tres de las cuales dos fueron malas y solo una vino siendo aceptable”, amplió.
Durante casi toda la zafra los colonos lidiaron, además de todo contexto económico nacional y de las dificultades en el mercado internacional, con distintos problemas: en la primera cosecha se produjo un fuerte ataque de ácaros que otra vez liquidó la producción. La segunda zafra, de la mano de un mejor clima la cosecha rindió medianamente, pero los números cerraron bien. Durante esta tercera zafra reapareció con fuerza un brote de ácaro que consumió entre el 50% y el 70% de la producción porque el clima no acompañó con días secos pero fríos que generan condiciones para la proliferación de la plaga.
Si los secaderos paran antes de lo previsto se tratará de vender lo que se pueda y ya no se hará la cuarta.