La Dirección de Comercio de la provincia dio a conocer las estadísticas de sus inspecciones durante todo el año pasado, que acumuló un total de más de 2.500 controles de oficio en toda la región, que abarcaron una variedad de controles y verificaciones en productos alimenticios y comercios. De esas intervenciones, se registraron aproximadamente 1.800 productos que no cumplían con los requisitos para su comercialización, lo que llevó a la orden de destrucción de más de 20.000 kilos de alimentos vencidos.
Las agrotécnicas, especialmente en la zona fronteriza, también fueron objeto de atención, con cerca de 50 procedimientos derivados de denuncias o inspecciones de productos agrícolas no autorizados. Esta problemática, según dijeron a PRIMERA EDICIÓN los inspectores de esa oficina, está estrechamente vinculada con el contrabando, ya que Misiones actúa como territorio de tránsito y acopio de mercadería que, en algunos casos, se destina a países como Paraguay y Brasil, donde estos productos sí están permitidos.
En este contexto, el director de Defensa del Consumidor, que trabaja en conjunto con la Dirección de Comercio para los procedimientos subrayó que, “si bien algunos productos elaborados en otros países pueden ser vendidos en Argentina, esto solo es posible si cuentan con la documentación adecuada que respalde su importación. A muchas casas a las que inspeccionamos les faltaba ese papelito. Y no hablo del almacén de la esquina, sino de grandes supermercados a quienes hemos controlado a lo largo del año”, sostuvo Alejandro Garzón Maceda titular de esa oficina.
Uno de los puntos más críticos en el control de productos en la provincia se refiere a los comercios ubicados en las zonas fronterizas.
En estos lugares, según Garzón Maceda se observó una creciente presencia de productos de origen extranjero, especialmente en supermercados grandes, que no cumplen con las normativas locales. “A pesar de que en algunos comercios pequeños se detectan solo irregularidades menores, las grandes superficies han sido objeto de mayor atención porque son las que cometen infracciones a gran escala”, reconoció.
También a lo largo de la charla con PRIMERA EDICIÓN, Garzón Maceda puntualizó que la Dirección de Comercio sigue un protocolo claro para garantizar que los productos en venta cumplan con los requisitos legales.
De acuerdo a sus palabras, entre los aspectos más importantes se encuentran el Registro Nacional de Productos Alimenticios (RNPA) y el Registro Provincial de Establecimientos Alimenticios (RPE). Los productos que no cumplen con estos registros, o que no tienen la documentación necesaria, deben ser retirados del comercio y destruidos.
“Además realizamos controles exhaustivos no solo en las góndolas, sino también en los depósitos de los comercios, para verificar si los productos almacenados cumplen con las normativas y son aptos para la venta. En casos donde los productos carecen de la documentación correspondiente, la Dirección de Comercio ordena su decomiso y destrucción. Incluso si algunos productos tienen pequeñas irregularidades en su información, pero cumplen con los requisitos generales, pueden ser incautados hasta que se demuestre que son aptos para la venta”, puntualizó.
Aceite “trucho”
Uno de los casos más destacados en 2024 fue el decomiso de 55.000 litros de aceite que no contaba con los permisos de importación necesarios para circular dentro de la provincia.
“Este aceite, aunque autorizado para su venta en Chile, no contaba con la documentación requerida para su comercialización en Argentina. En otro incidente, en Iguazú, se interceptó un camión lleno de aceite sin la documentación correspondiente para su trazabilidad, lo que evidencia los riesgos de contrabando y la falta de control en algunos comercios”, dijo Garzón Maceda.
Y añadió: “Cuando la ofrenda es grande, hasta el santo desconfía, si un aceite de oliva vale $12.000, pero te lo venden a $5.000, una cosa rara hay”, alertó.
“Desde la Dirección de Comercio se enfatiza que el objetivo de estos controles no es generar obstáculos innecesarios, sino asegurar que los consumidores reciban productos de calidad y dentro de los estándares legales. Sin una regulación adecuada, cualquier persona podría producir y vender productos sin ningún tipo de supervisión, lo que podría poner en peligro la salud pública”, aseguró.
Seguridad y equidad
A lo largo de la nota, el funcionario contó que además de los productos vencidos o no habilitados para la venta, otro aspecto crucial de la supervisión tiene que ver con el control de las básculas y balanzas en los comercios. Estos instrumentos de pesaje son fundamentales para garantizar que los consumidores reciban la cantidad exacta de producto por el precio que pagan.
La Dirección de Comercio realiza inspecciones periódicas a las básculas de las yerbateras, tealeras y tabacaleras, entre otros comercios, para asegurarse de que no haya manipulaciones que perjudiquen a los consumidores ni a los productores.
“Un tema recurrente en los controles son las discrepancias entre los precios exhibidos en las góndolas y los que se cobran en la caja. A pesar de que los comercios tienen libertad para fijar los precios, estos deben ser claros y transparentes. Los consumidores deben poder confiar en que lo que ven en la góndola es lo que pagarán en la caja, sin sorpresas”, remarcó enfático.
Para bajar la inflación
El 12 de marzo de 2024 el Gobierno anunció la apertura de las importaciones a productos de la canasta básica, disminuyendo aranceles. Según se informó oficialmente, la medida se tomó “para mejorar la competencia y apuntalar la baja de la inflación en los productos de la canasta básica y medicamentos”. Entre los principales productos beneficiados se encuentran: banana, papas, carne de cerdo, café, atún, productos de cacao, insecticidas, shampoos, pañales, entre muchos otros productos.