La familia de un joven de 29 años con retraso madurativo grave (98%) contó las dificultades que atraviesan ante el aumento de los episodios de violencia por parte del mismo y la búsqueda de tratamientos que le puedan mejorar su calidad de vida.
Ayer, fue dado de alta del Hospital Favaloro donde ingresó días atrás por un problema hepático, y su mamá, Mónica Liliana Rivero, y su pareja expresaron su agradecimiento a ese nosocomio y esperan novedades desde Salud Pública acerca del tratamiento integral y contención que Leonardo Balberan requiere en la actualidad para su patología de base.
A su mamá se le hace cada vez más difícil contener a Leonardo, “ella perdió gran parte de la vista porque tiene maculopatía bilateral, jamás dice nada ni se queja pero sé que está muy agotada. Además, Leonardo ya tuvo varios episodios de agresividad, él mide casi 1,80 y tiene una figura muy fuerte”, contó su pareja.
El joven tiene la cobertura del Incluir, pues perdió la cobertura de la obra social provincial al divorciarse sus padres biológicos. “Vemos su deterioro desde hace tiempo y sabemos que hay tratamientos de medicina natural que permiten mejorías notables. Incluso, los médicos Segovia Ríos y Román, ambos de la provincia, recomendaron tratamientos mixtos que incluyen medicina alopática y natural, y hace algunos meses que estamos gestionando ante el Ministerio de Salud Pública para que pueda acceder a estos tratamientos”, comentaron.
No obstante, según explicaron, “nosotros aceptaremos los tratamientos que Salud Pública nos proponga porque estamos abiertos a todo, como así también creemos que todos deben estar abiertos a tratamientos que se ofrecen en otros lugares del mundo”.
Leonardo regresó ayer a su casa pero su familia admitió que tienen miedo de “que vuelva a tener otro brote de violencia”. El peor de todos fue en agosto pasado, el día del cumpleaños de su mamá, cuando luego de pasar un día de campo, comenzó a pegar a la mujer y a diferencia de otras veces, no se calmó cuando la pareja de su mamá lo abrazó y le propuso rezar, “se me vino encima, me tiró al suelo, me rompí tres costillas y el ligamento cruzado de la rodilla”, recordó.
“No propicia la internación”
Consultado sobre este caso, el subsecretario de Salud, Héctor Proeza, indicó que el paciente tuvo asistencia psicológica y psiquiátrica, pero que no tiene pedidos de medicación en el Incluir a su nombre.
Respecto a la posibilidad de internación en una clínica de Salud Mental, el funcionario recordó que “la ley no propicia la internación, sino que establece el tratamiento ambulatorio de los pacientes que tienen una familia que pueda contenerlos”.
No obstante, Proeza anticipó que “le brindaremos el tratamiento y todos los soportes que estén a nuestra disposición”.