Sin denuncias de víctimas directas aún pero con los ojos puestos desde la Justicia de Instrucción Penal de la provincia encima, alertaron que a través de aplicaciones de mensajería como Telegram se replicaron durante las últimas semanas grupos que acopian, distribuyen y comercializan imágenes de jóvenes misioneras, incluso adolescentes menores de edad, con escenas de desnudez que incluyen manipulación con recursos de inteligencia artificial.
La proliferación de los registros que incluyen videos alcanzan a mujeres de varios puntos de la provincia y que se viralizaron hace pocos días a través de perfiles de redes sociales.
El grupo o perfil en Telegram denominado “PosXXX” supera los 1.900 miembros y la mayoría de ellos solicita y ofrece las imágenes y videos con las identidades de las víctimas que son vulneradas en su privacidad o se utilizan sus datos y rostros para transformarlas en archivos armados con aplicaciones IA.
PRIMERA EDICIÓN contactó, entre otros funcionarios judiciales, a Juan Pablo Espeche (flamante fiscal de Ciberdelitos provincial) quien admitió que se tomó conocimiento de esta actividad pero se aguardan las denuncias de víctimas de la actividad delictiva.
De todas maneras, y aunque en ninguna fiscalía de Instrucción Penal de Misiones se hayan recibido denuncias al respecto, se aguarda que durante las próximas horas se activen los mecanismos para prevenir la ampliación y buscar a los responsables de estas publicaciones.
De otras voces en conocimiento de las maniobras violatorias de la privacidad y hasta de presunto abuso sexual de menores, se pudo saber que la distribución de las imágenes no tienen consentimiento alguno de las mujeres y se replican a través de estos casi dos mil usuarios o miembros activos en este perfil de Telegram.
Se ofrecen archivos de víctimas de una veintena de localidades misioneras, la mayoría de Posadas pero ya fueron registradas mujeres de Puerto Iguazú, Eldorado y Oberá, entre otras.
A través de chats privados, se ofrecen por características físicas y edad, o también puntuales identidades de jóvenes influencers de otras redes como Instagram.
De los detalles cotejados y trascendidos sobre el despliegue de este grupo (“PosXXX”) se resaltó que los archivos evidencian el trato a las mujeres como mercancías, como productos eróticos a bajo costo que vulneran a las víctimas utilizando sus rostros y cuerpos y las transforman en supuestos personajes o protagonistas de escenas pornográficas con la mediación de los recursos de la inteligencia artificial.
“Ofrecen videos y fotos de menores de edad hasta por su nombre y apellido y utilizan los rostros que sacan de los perfiles de redes sociales conocidas y las transforman digitalmente”, resumió una fuente judicial.