La guerra entre Israel y Hamás -ahora en alto al fuego por 42 días y liberación de rehenes acordado el 15 de enero- pudo haber acelerado el aumento del antisemitismo en nuestro país y el mundo.
La encuesta Global 100, de la Liga Antidifamación (ADL), relevó un incremento en el país del 14% en la cantidad de adultos con algún prejuicio hacia la colectividad judía entre 2014 y 2024. Una década atrás, 6,8 millones de mayores de 18 años sostenía actitudes antisemitas, pero en 2024 la cifra se elevó a 12,8 millones, según reveló la última encuesta Global 100, de la ADL.
En diálogo con PRIMERA EDICIÓN, uno de los referentes de la Comunidad Israelita de Misiones, Bruno Bladilo, expresó su preocupación ante ciertas afirmaciones “en un país con paz social e integrado en sociedad”. A su entender denota un fallo en las altas esferas en políticas públicas de educación, “se debe priorizar el respeto y la tolerancia, y condenar todo tipo de odio no solamente hacia los judíos, sino hacia todas las minorías”.
El sondeo de la ADL Global 100 incluye una lista de 11 afirmaciones polémicas frente a las cuales la persona debe tildar su grado de “satisfacción”. Se buscó la opinión sobre las mismas afirmaciones que en el sondeo anterior, en 2014, pero se agregó “los judíos tienen muchos defectos irritantes”, que contó con el visto bueno de nada menos que un tercio de los encuestados del país. Participaron del estudio 58.000 personas de 103 países y territorios.
Los prejuicios en el país
En términos porcentuales en base al total de adultos registrados en Argentina en 2014 y una década después (28 millones y 33,6, respectivamente), el país hizo una escalada preocupante: pasó del 24% al 38% de mayores de 18 sosteniendo algún prejuicio sobre la población identificada con el judaísmo.
Entre los 11 prejuicios que contempla la encuesta de LDA, la idea que más adhesión tuvo se liga a los negocios. El 61% dijo estar de acuerdo con la afirmación de que “los judíos tienen demasiado poder en el mundo de los negocios”. Esto representa un aumento del 10% respecto a 2014, y seis puntos por encima de las respuestas a nivel mundial.
Esa noción está en línea con otras frases prejuiciosas, que expresan otras dimensiones de ese supuesto poderío judío. Por un lado, que “los judíos tienen demasiado control sobre los asuntos globales”, creencia que creció del 28 al 46% en los últimos 10 años. Se suma la noción de que “los judíos tienen demasiado control sobre los medios de comunicación”.
El 37% tiene esta creencia ahora, bastante encima del 28% regional y nada menos que 17 puntos porcentuales arriba de lo que pensaban los argentinos en 2014. Hay menos consenso frente a la idea de que los negocios se traduzcan en un poderío político.
El 58% de los argentinos coincidió en que “los judíos son más leales a Israel que a la Argentina”, un porcentaje por encima del 56% global, pero claramente peor que en 2014, con el 42%.
Otra de las opiniones recogidas tiene que ver con el exterminio del pueblo judío. El 46% cree que los judíos hablan demasiado sobre el Holocausto (en 2014, era el 45%).
Un salto porcentual digno de atención es que hace una década, más de un tercio (35%) creía que “a los judíos no les importa lo que le pase a nadie más que a los de su propia especie”.
Ese porcentaje se extendió ahora al 42%, el mismo número que obtuvo otro prejuicio igual de preocupante, y es que “los judíos creen que son mejores que los demás”, una frase cuya popularidad subió 15 puntos en diez años. Las últimas dos afirmaciones también recogieron apoyos de los argentinos. La primera atañe a la supuesta “responsabilidad de los judíos en la mayoría de las guerras del mundo”, idea que duplicó sus adherentes en diez años: pasó del 14% al 30%, arrimándose al 35% global.
La segunda asusta aún más “la gente odia a los judíos por la forma en que se comportan” cosechó un 42% de coincidencias, un 8% más que hace diez años y cuatro puntos encima del 38% regional.
Más educación y diálogo
Bladilo contó que desde la DAIA llevan adelante acciones de concientización sobre el antisemitismo, discriminación por etnia o religión u otros motivos.
“Creemos que la única manera de luchar contra los prejuicios es con diálogo y educación”, enfatizó al tiempo que expresó el impacto que tiene en una persona ser discriminada por tener una creencia o tradiciones distintas, pese a estar totalmente arraigada y con identidad argentina.