Cada segundo se diagnostican en el mundo unos 35 nuevos casos de cáncer, según proyecciones del Observatorio Global del Cáncer (GLOBOCAN), entidad dependiente de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Y eso que estos valores excluyen a los cánceres de piel no melanoma, que suman más de un millón de diagnósticos cada año.
Según las mismas fuentes estadísticas, en Argentina se detecta en promedio un caso nuevo cada 4 minutos.
Los cuatro tipos de cánceres con mayor incidencia en nuestro país son el de mama (22.024), seguido del colorrectal (15.895), el cáncer de pulmón (12.110) y el de próstata (11.686).
En este contexto, y en el marco del Día Mundial del Cáncer, que se conmemora cada 4 de febrero, los especialistas invitan a la reflexión sobre el impacto de esta enfermedad y los avances terapéuticos que se están logrando gracias, entre otros abordajes, a la medicina de precisión.
Este enfoque, que combina el estudio de la biología tumoral con las características individuales de cada paciente, está transformando la manera de diagnosticar, tratar y monitorear el cáncer.
Los avances en la medicina de precisión permiten tratamientos dirigidos de acuerdo con las mutaciones genéticas individuales de cada paciente, haciendo los tratamientos más eficaces y menos invasivos.
Además, estas técnicas ayudan a monitorear la respuesta al tratamiento y la progresión de la enfermedad.
“Hoy comprendemos que la individualidad tiene un impacto enorme en la salud, y que el futuro reside en la personalización de terapias. La medicina de precisión ha cambiado el paradigma de la oncología. Actualmente podemos identificar mutaciones específicas en el ADN del tumor y diseñar terapias dirigidas para contrarrestarlas, lo que aumenta significativamente la efectividad del tratamiento y mejora la calidad de vida de los pacientes”, explica el doctor Ariel Perelsztein.
Paralelamente, según estimaciones de la industria farmacéutica, cada año son más las nuevas medicaciones oncológicas que se presentan ante las principales autoridades sanitarias del mundo para su evaluación y aprobación. Esto incluye tanto tratamientos dirigidos para tumores sólidos (pulmón, próstata, vejiga) como para enfermedades oncohematológicas, tales como leucemias y mielomas, entre otras.
“Estamos viviendo una revolución en oncología. Sin embargo, todavía tenemos el desafío de lograr que todos los pacientes que necesiten estos tratamientos puedan recibirlos en tiempo y forma”, advirtió Claudio Martín, jefe de Oncología Torácica del Instituto Alexander Fleming, .
El acceso equitativo a la medicina de precisión sigue siendo un desafío global. Es crucial que los gobiernos promuevan sistemas de salud resilientes y sostenibles, con una inversión decidida en investigación científica, capacitación médica y tecnología.
Los tratamientos personalizados benefician no solo a los pacientes, proporcionando terapias más eficaces y con menos efectos secundarios, sino que también aportan ventajas significativas para el sistema de salud. Al dirigir los tratamientos a las necesidades específicas de cada paciente, no solo se mejoran los resultados clínicos, sino que también se reducen los costos asociados a tratamientos ineficaces y hospitalizaciones prolongadas.
“Estamos hablando de avances científicos que han permitido transformar el curso de esta enfermedad. La medicina de precisión no solo representa un futuro esperanzador para millones de pacientes, sino también un recordatorio de que el conocimiento y la innovación deben estar al servicio de todos”, completó el doctor Perelsztein.
Fuente: Johnson & Johnson Latinoamérica Sur