El glaucoma es una enfermedad del nervio óptico que suele cursar de una forma crónica, progresiva e irreversible. Se caracteriza por una pérdida del campo de visión, habitualmente asintomática hasta fases avanzadas de la enfermedad y, en la mayoría de los casos, se asocia a una presión ocular elevada.
Pero para conocer un poco más de esta enfermedad, la médica oftalmóloga Débora Bakofski dialogó este lunes con la FM 89.3 Santa María de las Misiones, dando a conocer la importancia de concientizar y hablar sobre esta enfermedad silenciosa que afecta a cientos de personas.
“El glaucoma es una enfermedad que no genera síntomas. No hay forma de que un paciente con glaucoma se de cuenta que tiene la enfermedad. Generalmente cuando está muy avanzada ahí es donde el paciente consulta, pero ya hay una gran pérdida de la visón. Por eso, es importante hablar del glaucoma para que la gente asista a los controles oftalmológicos”, comenzó explicando la profesional de la visión.
En tanto, al ser consultada sobre: ¿Cada cuánto uno debe hacer un control visual?, respondió: “Generalmente uno debe hacer un control ocular una vez por año, haciéndose un chequeo general de la visión, donde se debe aprovechar para tomar la presión ocular, la cual no está relacionada con la presión arterial; ya que es una presión diferente. Y a la vez visualizar el nervio óptico que es lo que se daña en el glaucoma. Entonces, teniendo esos dos diagnósticos, nosotros podemos llegar a sospechar si un paciente tiene glaucoma o no; y pedirle los estudios necesario”.
También se le preguntó, sí ¿el glaucoma tiene que ver o está relacionado con la edad?. “El glaucoma está relacionado con la edad; cuando más avanzada es la edad de la persona, más posibilidades se tiene de tener glaucoma. Pero, también hay otros factores de riesgos, como ser: antecedentes familiares de alguién que haya tenido glaucoma, pacientes miopes, con diabetes, con hipertensión arterial, o que usen de forma prolongada corticoides, tienen más posibilidades de padecer esta enfermedad”.
En otro tramo de la charla, la especialista resaltó que “El glaucoma es una enfermedad que no se puede curar; pero si se puede tratar. Cuanto antes se la pueda diagnosticar, el paciente tendrá mayores chances de mantener por mayor tiempo su visión. Siempre todo lo que se pierde de visión en el glaucoma no se puede recuperar, porque lo que se daña son fibras nerviosas del nervio óptico”.
“El nervio óptico es una estructura que tenemos en la parte de atrás del ojos, más preciusamente en la retina y esta formado por fibras nerviosas. Una vez que se dañan esas fibras nerviosas no se pueden regenerar más, ni con tratamientos, nicon gotas, ni con cirugía. Toda pérdida de visión por el glaucoma es irreversible”, sentenció.
A la hora de hablar de los posibles tratamientos para esta enfermedad, Débora Bakofski enumeró tres tipo de tratamientos: “Hay tres pilares o tipos de tratamiento para tratar el glaucoma. Uno de ellos son las gotas, las cuáles el paciente debe colocarse de por vida, de manera diaria. También puede tratarse con algún tipo de láser, dependiendo el tipo de glaucoma, ya que hay varios tipos de glaucoma; y la cirugía”.
“Siempre se arranca por las gotas, pero si las mismas no funcionan o no se logra bajar la presión, se puede recurrir al láser o a la cirugía”, añadió.
Por último recordó: “La toma de la presión ocular y la visualización del nervio óptico está dentro de la rutina cada vez que uno visita al oftalmólogo. Sin embargo, no está mal preguntar a los médicos y pedirle para que le tome la presión ocular y así saber como está la misma en el ámbito ocular”.