Las cooperativas de agua en Misiones están atravesando un momento crítico. De las 43 entidades nucleadas en la Federación Misionera de Cooperativas de Agua Potable Limitada (FEMICAP), solo un puñado solicitó los créditos dispuestos por el Gobierno de la provincia para afrontar los problemas de demanda de agua durante la temporada estival.
Miriam Bosch de Sartori, presidente de la Federación, explicó a PRIMERA EDICIÓN que la mayoría de las cooperativas atraviesan una grave situación financiera y que, a pesar de la disponibilidad de líneas de financiamiento, muchas deben sanear sus cuentas para acceder a estos fondos.
“En particular, las cooperativas más pequeñas, con menos de 2.000 socios, se encuentran en una situación especialmente compleja. A pesar de la disponibilidad de las líneas de financiamiento blandas diseñadas para aliviar las urgencias del verano. Estamos viendo que cuatro o cinco ya iniciaron el pedido; pero todavía son muchas las que aún no se han interiorizado sobre los trámites para acceder a estos fondos”, contó.
No obstante confió en que, con el tiempo y a medida que vayan acomodando sus balances más cooperativas recurrirán a estos créditos.
Consultada sobre los destinos que se contemplan para los créditos otorgados, Bosch de Sartori especificó que será para “urgencias menores, como la reposición de bombas. Los problemas más profundos relacionados con la infraestructura seguirán siendo postergados debido a los altos costos”.
Oxígeno estatal
A finales de 2024, el gobernador Hugo Passalacqua anunció una línea de crédito rotatorio con el objetivo de asistir a las cooperativas de agua viendo que enfrentan una creciente demanda en el verano. Este acuerdo fue firmado en Campo Grande, durante la asamblea anual de la FEMICAP, con la presencia del subsecretario de Obras Públicas, Marcelo Bacigalupi, y la ministra de Acción Cooperativa, Liliana Rodríguez. En esa oportunidad se discutieron los problemas más urgentes, como la escasez de agua y los daños en las infraestructuras que debían ser reparadas para garantizar el suministro a las comunidades.
En ese sentido, Bosch de Sartori explicó que los créditos ofrecidos, aunque fundamentales, solo alcanzan para solucionar problemas urgentes, como el reemplazo de bombas rotas o fuera de servicio.
“Los costos de estas bombas, que en cooperativas pequeñas pueden superar los 5 millones de pesos, son imposibles de cubrir para muchas de estas entidades. Aunque los créditos, con una tasa de interés relativamente baja, ofrecen algo de alivio, el monto total debe ser pagado en un corto lapso, lo que genera una carga adicional”, especificó la dirigente.
Sin grandes inversiones
El panorama de las cooperativas de agua es aún más sombrío cuando se analiza el estado de su infraestructura. La falta de recursos para realizar grandes inversiones es un problema común entre las entidades, en especial para aquellas ubicadas en pueblos más pequeños, que enfrentan altos costos fijos y una tarifa de servicio insuficiente para cubrir todas sus necesidades, ya que por ser entidades sin fines de lucro, son ajustadas de acuerdo con los costos del servicio. La cifra se divide en partes iguales entre los socios y eso es lo que pagan, la entidad no busca un lucro o ganancia.
Es por ello que las cooperativas, en general, se ven limitadas a realizar solo aquellas obras que puedan financiar con sus propios recursos, ya que los convenios con organismos nacionales o provinciales para obras conjuntas, que en el pasado ayudaban a cubrir parte de los costos, ya no son viables.
“Antes podíamos hacer convenios con el Enohsa y otros entes para hacer obras en conjunto, pero ahora el único camino es la autofinanciación”, explicó Bosch de Sartori.
El proceso de realizar una obra de gran envergadura, como la construcción de una planta de bombeo en su pueblo, es prácticamente imposible en el contexto económico actual, donde las inversiones requeridas alcanzan cifras multimillonarias.
Cambio climático y falta de lluvias
El suministro de agua durante este verano sigue siendo crítico debido a la dependencia de las cooperativas de las lluvias. Mientras que aquellas situadas cerca de los ríos Paraná y Uruguay tienen menos problemas, las que se abastecen de arroyos o pozos perforados enfrentan serias dificultades. La falta de lluvias sostenidas, un fenómeno recurrente en los últimos años, dificulta el abastecimiento de agua y pone a muchas cooperativas al borde de la crisis.
La escasez de lluvias es solo una parte del problema. Bosch de Sartori señaló que los incendios forestales complican aún más la situación, ya que además de requerir más agua para apagar el fuego, disminuyen la humedad en el ambiente, lo que retrasa aún más las lluvias. A pesar de estos desafíos, destacó el apoyo recibido por parte de los municipios, lo que ha permitido que algunas obras y reparaciones sigan adelante. “Afortunadamente, en los pueblos contamos con el apoyo de los municipios, ya que es muy importante para poder trabajar en conjunto y de esa forma dar soluciones a los usuarios”, comentó.
Finalmente, remarcó que “el futuro de nuestras cooperativas dependerá de su capacidad para gestionar sus recursos de manera eficiente, habrá que ser muy inteligentes para salir adelante”.