Luego de cumplir apenas algo más de seis años de los 25 de prisión a los que fue condenado, murió ayer Eduardo Bareiro (55), conocido como el doble homicida de Victoria.
El sindicado se alojaba en el Complejo Penitenciario III de Eldorado donde cumplía la pena impuesta por la Justicia por asesinar a Sixto Giménez (60) y su sobrina Josefina Villalba (43), perpetrado el 10 de agosto de 2015 en la tranquila localidad de Colonia Victoria.
Ayer martes, a las 19, se conoció que Bareiro tuvo muerte súbita a causa de una insuficiencia cardiorrespiratoria, de acuerdo al diagnóstico médico. El condenado presentaba antecedentes de epilepsia con episodios de convulsiones y no se presentaron signos externos de violencia.
Sangriento desenlace
El doble crimen de Victoria conmocionó a la provincia de Misiones. El 10 de agosto de 2015, minutos después de las 8.30, Giménez, Villalba, el marido de la mujer y la hija de ambos, de 16 años, conversaban en la galería de la casa del primero, sobre calle Faustino Sarmiento del barrio Cooperativa de Colonia Victoria cuando irrumpió Bareiro.
Sin esgrimir palabra alguna y con un rifle calibre 22 milímetros en sus manos, abrió fuego dos veces contra Giménez, quien malherido buscó refugio en el interior de la vivienda.
¿Por qué le tiraste a mi padrino?, preguntó consternada Villalba al agresor, quien brindó una respuesta insólita en razón de lo que acababa de hacer. Este señor me debe, yo le hice ese baño privado y no me pagó todo, dijo el acusado, según el expediente.
Sin ánimos de detener la balacera, Bareiro volvió a cargar el arma y apuntó contra la hija de Villalba. Por favor, no le tires a mi hija, ella está enferma, lanzó conmovida la mujer, sin saber que esas serían sus últimas palabras: Bareiro volvió a gatillar y ejecutó a la madre de la pequeña.
Como si todo aquello no fuera suficiente, el condenado persiguió a la menor y a su padre por un pastizal lindante, pero al notar que los vecinos intervenían para saber qué había ocurrido, resolvió dar marcha atrás e intentar escapar. No llegó muy lejos: fue detenido a los pocos minutos.
Luego de un par de suspensiones del juicio, en 2018, Bareiro confesó el doble crimen y firmó un abreviado por 25 años de prisión.