Solemos idealizar una vida perfecta y feliz como las que muestran en las películas, pero la realidad es otra.
Todos te dicen hay que vivir, no pensar y no hacerse problema, hay que ser felices. Como si este estado fuese algo natural en nosotros, pero según el investigador Rafael Euba, a la naturaleza no le importa para nada el bienestar de los individuos solo su supervivencia.
Los humanos no estamos diseñados para estar felices ni siquiera satisfechos, en cambio estamos diseñados primordialmente para sobrevivir y reproducirnos, como todas las especies del mundo natural.
Por esto debemos saber que tenemos que trabajar para lograr estar felices en nuestro día a día. Para ello, como primer paso podemos hacernos conscientes de cómo funciona nuestro cerebro, y hacernos responsables de nosotros, conocernos, saber de nuestras emociones y nuestros deseos.
Trabajar sobre las cosas que no queremos más en nuestra vida y accionar para hacer cambios en lo que se puede y aceptar aquello que no podemos cambiar.
Solemos confundir el placer inmediato con la felicidad, si bien son conceptos relacionados son diferentes. El placer inmediato nos da comer algo rico, tener sexo, comprarte cosas, recibir likes en las redes sociales etc, y esto está relacionado con la hormona dopamina.
En cambio, la felicidad es algo más profundo y relacionado con un sentido de bienestar general, podemos decir que las conexiones profundas con gente querida, tener un propósito, ayudar a alguien, sentirse útil, estar en paz con uno mismo, etc. Son ejemplos de cosas que nos generan felicidad y están relacionadas con la hormona serotonina.
Así que, el placer inmediato tiende a estar ligado a la gratificación instantánea y efímera, mientras que la felicidad suele ser más amplia, profunda y relacionada con el bienestar general y el sentido de la vida. Sucede que demasiada dopamina puede hacer que busquemos gratificación inmediata de manera constante, lo que puede llevar a comportamientos adictivos o desajustes emocionales.
En cambio, la serotonina contribuye más a una sensación general de bienestar, estabilidad emocional y calma, lo que a largo plazo favorece una mayor felicidad y equilibrio.
Por eso, es importante mantener un equilibrio entre estos neurotransmisores. Demasiada dopamina sin la serenidad que proporciona la serotonina puede generar ansiedad y estrés, mientras que un buen nivel de serotonina contribuye a una vida emocionalmente más saludable.
Hoy conociendo esto podés pensar en tu vida, ¿tenés exceso de dopamina? Respira un momento y observa si tenés momentos de quietud en tu vida, tus relaciones ¿son profundas? ¿Te sentís conectado con los que amas? ¿Te das tiempo para sentir tus emociones? O ¿estás pendiente de las notificaciones, estresado, apurado y ansioso?
Son solo preguntas para observar y darte cuenta que podés cambiar hábitos que te hacen daño en cualquier momento.
Sabiendo que todo lo que nos genera serotonina y nos lleva a la felicidad no cuesta dinero. Bendiciones.
Prof. Paula Vogel
Gimnasia para el Alma.
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