Solo en la frontera con Brasil y Paraguay durante este verano se decomisaron cerca de tres mil kilos de agroalimentos, una abultada cifra que trepa rápidamente y se acerca a pasos agigantados al total de lo decomisado en los controles de Senasa durante 2024.
“En esta temporada de verano, en particular entre fines de diciembre, enero y febrero hubo un fuerte aumento de la cantidad de decomisos. En los pasos fronterizos de Iguazú y Posadas, casi el 70% de lo que se intenta meter son productos de origen vegetal y un el 30% de producto de origen animal”, declaró el coordinador de Inocuidad y Calidad Agroalimentaria, Marcelo Gorgo, del Centro Regional Corrientes – Misiones del Senasa en diálogo con PRIMERA EDICIÓN.
Gorgo habló de los resultados en los operativos en los cuatro puntos “calientes” de las fronteras brasileña y paraguaya con Argentina: Posadas, Iguazú, Paso de los libres y Santo Tomé, las cuáles dependen de la regional Corrientes-Misiones, y son donde se concentran también la mayor cifra de decomisos de agroalimentos que se intentan ingresar al país.
Consultado en cuanto a lo que intentan traer los viajeros depende del paso de frontera, el experto especificó: “Por ejemplo, en el paso de frontera de Iguazú y de Posadas generalmente son variedades de harinas de maíz y harinas de mandioca en cantidades no permitidas y una gran cantidad de frutas frescas, con el mango en primer lugar, mamón, melón y sandías”, acotó.
En los pasos de frontera de Santo Tomé y Paso de los libres, los decomisos son en un 50% de producto de origen animal y 50% producto de origen vegetal.
“Por lo general también se intentan ingresar productos que son de manufactura casera. Lo que es harina maíz, por ejemplo, si viene en un envase rotulado y si se traen en cantidades pequeñas, digamos, 1 kilo o 2 kilos no hay problema porque es para consumo personal, lo mismo que el maní confitado. Sin embargo no pueden traer bolsas de 20, 30 o 50 kg porque se decomisan inmediatamente ya que se presume que es para la venta. Tampoco se puede, dando el mismo ejemplo, maní sin procesar”, dijo y aclaró: “Los productos de manufactura artesanal pueden poner en riesgo a la salud pública; cuando se detectan irregularidades de este tipo, nosotros actuamos como salud pública, porque son un riesgo latente y pueden romper la condición zoofitosanitaria del país”, dijo enfático.
“Las actuaciones que nosotros hacemos en frontera son por dos cosas específicas, una para preservar la salud pública y la segunda para mantener la condición zoofitosanitaria del país; se frenan ingresos irregulares para evitar una posible transmisión de enfermedades que están erradicadas. Todo esto se hace para no perder la categoría de país libre de alguna enfermedad y continuar teniendo ciertas condiciones sanitarias y evitar que nos pongan restricciones como ya ocurrió por ejemplo durante la propagación de la gripe aviar”, amplió Gorgo.
Qué sí y qué no
La resolución de Senasa número 295/99 nombra a todos los productos que están permitidos ingresar, según el tratamiento que tengan.
Por ejemplo, el maní confitado ya que si tiene ese tratamiento y está debidamente rotulado en el país de origen se considera que está en condiciones de ser ingresado en cantidades mínimas, para consumo propio.
Las mercancías que no están incluidas en el listado de la resolución deben contar con la autorización previa del organismo.
Por otra parte, la resolución 299/99, que es del mismo año, da cuenta del manual de procedimientos en la frontera respecto de los productos que están prohibidos ingresar
“Todo lo que es vegetales frescos, por ejemplo, lechuga, tomate, eso está todo prohibido. Ni siquiera para consumo personal. No se puede traer ningún producto sin procesar. Tampoco podés traer productos cárnicos, salchichas, otros embutidos cocidos, como el jamón. Incluso pescado. Se puede traer huevos siempre y cuando se ha cocido, no se puede traer huevo fresco”, aseguro el funcionario.
El año pasado en los pasos de Posadas e Iguazú, según esta lista se decomisaron más de 20 mil kilos de agroalimentos.