Brasil ha experimentado un fuerte aumento en las incautaciones de nitazenos, un grupo de opioides sintéticos mucho más potentes que el fentanilo, en los últimos meses.
Por esta razón, ayer el ministerio de Justicia y Seguridad Pública presentó un informe sobre los enormes peligros para quienes consumen este grupo de sustancias psicoactivas, que aparecieron en el mercado mundial de drogas ilícitas en 2019.
Se trata de los nitazenos, 50 veces más fuertes que el fentanilo, hasta 500 veces más fuertes que la heroína. También se han encontrado en Bolivia, Colombia y Chile.
El estudio fue elaborado por el Gobierno de Brasil en colaboración con las Naciones Unidas (ONU), a través de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
Entre julio de 2022 y abril de 2023, 133 de las 140 muestras de opioides incautadas por la Policía Civil del estado de San Pablo contenían nitazenos, en el 98,5% de los casos mezclados con hierbas, lo que indica que el consumo a través del tabaquismo es el más frecuente y que los usuarios consumen nitazenos sin querer, pensando que están fumando cannabis (marihuana).
El informe destaca que los nitazenos ya están presentes en tres estados brasileños, Minas Gerais, San Pablo y Santa Catarina, y que su potencia puede ser miles de veces mayor que la de la morfina, aumentando exponencialmente los riesgos de paro cardiorrespiratorio por sobredosis, así como la adicción.
La particularidad en Brasil de este superopioide es su uso mezclado con otras drogas, como la cocaína y los cannabinoides sintéticos llamados K9, cada vez más extendidos en el país.
Estas particularidades podrían generar una expansión de las rutas incluso en países que hasta el momento no han sido afectados por ellas y así expandir el narcotráfico.
Por esta razón, el gobierno brasileño inaugurará en pocas semanas un centro de inteligencia en Cruzeiro do Sul, en el estado amazónico de Acre, justo en la frontera con Perú. El nuevo centro será el primero de una red de centros que el gobierno pretende implantar también a lo largo de las demás fronteras del país. La iniciativa pretende no solo vigilar estas zonas, sino también reforzar la lucha contra las organizaciones criminales que operan en la región amazónica.
Fuente: Infobae/ANSA Brasil.