Todo el mundo en algún momento de su vida ha limpiado una herida con algodón, agua oxigenada o alcohol. Sin embargo, esto no es una buena idea ya que esos últimos dos productos, aunque considerados indispensables en los botiquines domésticos, son muy irritantes para la piel y pueden favorecer la formación de coágulos que permiten la colonización de las bacterias supervivientes. En el caso del algodón, tampoco se aconseja ya que sus pequeños filamentos pueden quedarse enganchados.
Expertos en Enfermería remarcan que no hay que usar ninguno de esos productos para curar las heridas, sino que el mejor tratamiento es agua con jabón, clorhexidina y gasas.
Además, para limpiar correctamente una herida leve, consideran fundamental hacerlo de dentro hacia afuera para que no se infecte la herida y para expulsar la posible suciedad.
Otros accidentes domésticos
El sangrado nasal es otra de las situaciones en las que es habitual cometer errores, como echar la cabeza hacia atrás para que se corte la sangre. Esto no hay que hacerlo nunca, advierten, sino que -al contrario- hay que echar la cabeza hacia delante, ya que hacia atrás la sangre seguirá saliendo igualmente y se corre el riesgo de tragarla.
Además, en estos casos, recomiendan taponar la nariz durante 10 minutos.
Para los pequeños golpes, el mejor consejo desde el punto de vista de la enfermería es poner hielo o algo frío en la zona para bajar la inflamación o para evitar que se inflame.
En casos más graves de estos u otros tipos de accidentes domésticos, se debe recurrir al número telefónico de emergencias. En el caso de Misiones, es el sistema 911.
Fuente: Cuidate Plus