Un nuevo descubrimiento, tan intrigante como enigmático, sacudió a la comunidad científica recientemente, cuando un grupo de investigadores reveló la existencia de estructuras microscópicas tan diminutas que desafían nuestra comprensión de la vida tal como la conocemos.
El hallazgo, publicado en la renombrada revista Nature, recibió el calificativo de “tremendamente extraño” por parte de los propios científicos involucrados en la investigación. Pero, ¿qué son exactamente estas estructuras microscópicas?
Investigadores de Stanford revelaron la existencia de pequeñas formaciones llamadas “obeliscos”, por su forma alargada, y que son “fragmentos circulares de material genético que contienen uno o dos genes y se organizan en forma de varilla”, según explica Ed Feil, profesor de evolución microbiana en la Universidad de Bath, en un artículo en The Conversation, los obeliscos .
A pesar de su diminuto tamaño, incluso más pequeño que el de los virus, poseen la capacidad de transmitir instrucciones a las células. Lo que sigue siendo un misterio es el contenido exacto de estas instrucciones y su efecto en el organismo huésped.

El hallazgo de los obeliscos se sitúa en la frontera entre lo conocido y lo desconocido en el campo de la biología molecular. Estas entidades, que por su estructura y función podrían considerarse una nueva forma de vida, representan un reto para los científicos en su búsqueda por entender la complejidad de la vida a nivel microscópico.
Los pequeños fragmentos de ARN, monocatenario y sin cubierta proteica, no solo son más pequeños que un virus común, sino que residen entre las bacterias de nuestra boca e intestinos, con la capacidad de transferir información genética de una manera aún desconocida.
El equipo de investigadores de Stanford no solo confirmó la existencia de los obeliscos, sino que también halló casi 30.000 tipos diferentes de estas estructuras microscópicas.
¿Son aliados o adversarios de nuestro organismo? Esta es una de las muchas preguntas que los científicos desean responder en el futuro.
Si bien a investigación sobre los obeliscos se encuentra en sus primeras etapas, ya se vislumbran posibles implicaciones de este hallazgo:
· Nueva perspectiva en microbiología: los obeliscos pueden transformar nuestra comprensión de las interacciones microbianas en el organismo humano, especialmente en relación con la transferencia de información genética.
· Potencial en biomedicina: comprender cómo los obeliscos interactúan con las células huésped podría abrir nuevas oportunidades para el desarrollo de terapias génicas y tratamientos para diversas enfermedades.
· Biodiversidad microscópica: la existencia de casi 30.000 tipos de obeliscos resalta la vasta diversidad de la vida a nivel microscópico, gran parte de la cual aún permanece por descubrir.
· Implicaciones evolutivas: investigar los obeliscos podría ofrecer nuevas pistas sobre la evolución de las formas de vida más primitivas y su papel en el origen de la vida en la Tierra.