El joven buscado por el presunto homicidio de un integrante de la comunidad gitana de esta capital el pasado miércoles 29 de enero, se entregó a la Policía y fue puesto a disposición de la Justicia de Instrucción Penal. El sospechoso de conducir el Peugeot 408 que arrolló a Ramiro Traico (24) sobre la avenida Quaranta casi Cocomarola, se presentó ante las autoridades de la Unidad Regional I y quedó de inmediato detenido en la causa que lleva adelante el juez de Instrucción 2, Juan Manuel Monte y que tiene como carátula un hecho de “homicidio simple”.
Durante la mañana de ayer, el muchacho de 19 años y también miembro de la comunidad gitana, fue llevado al juzgado interviniente, calle Santa Fe casi Rivadavia en el centro posadeño. Se abstuvo de declarar y seguirá detenido como imputado, mientras se evalúa su pedido de excarcelacíon.
De acuerdo a las fuentes consultadas por PRIMERA EDICIÓN, acompañado por un abogado y un familiar, se presentó en la comisaría Primera de manera voluntaria. Vale remarcar que en el expediente ahora son tres los detenidos y tres los que continúan con orden de detención. En el caso del último aprehendido, se lo investiga como el autor de la colisión fatal.
Hasta el momento, los testimonios de testigos y las grabaciones de teléfonos celulares sobre lo ocurrido a las 3.44 del miércoles de la semana pasada, son las piezas clave para sostener la presunción de un caso de “homicidio simple” (doloso) que le costó la vida al joven Traico.
El expediente aguarda que las conclusiones periciales y accidentológicas que realiza la Dirección Policía Científica se logren en tiempo y forma y sean analizadas por el juez de la causa. Estos resultados determinarían velocidad y punto de impacto de lo que se baraja como un ataque intencional, una acción violenta con un vehículo motor y contra un peatón en el momento.
Sobre el origen de la discusión y pelea que terminó con sangre y muerte en el asfalto, se sostiene entre las voces contactadas por este Diario que, la violencia se inició a causa de una joven de la comunidad que había viajado a Buenos Aires llevada por otro integrante para que hiciera trabajos ilegales.
Familiares de la muchacha reclamaron a los presuntos responsables de la desaparición y la situación se caldeó con amenazas y agresiones a botellazos en la calle. Corridas y golpes hasta que uno de los contendientes se subió a un Peugeot 408, ingresó de contramano en la colectora y embistió a Ramiro Traico.