El implacable calor que pone a prueba a todo el sistema energético hasta ahora no “ganó” la pulseada a la infraestructura de las cooperativas y vienen respondiendo bastante bien a la fuerte demanda de potencia que la semana pasado llegó a un récord de consumo provincial. No obstante, las mayores complicaciones que enfrentan este verano de alto consumo pasan por la mora en el pago de las boletas, que en algunos casos es del 50%.
“Las entidades nos sostenemos con lo que ingresa de los pagos, por lo tanto la gran mayoría de las cooperativas a la segunda factura vencida se procede al corte”, contó a PRIMERA EDICIÓN el titular de la Federación de Cooperativas Eléctricas de Misiones (FECEM), Ángel Kuzuka. Quien acotó: “La situación es que las cooperativas están teniendo un 50% promedio más de intimaciones de corte por falta de pago”.
Para ayudar a los usuarios cuyas situaciones económicas son más desventajosas, los organismos eléctricos acuerdan plazos de pago para no dejarlos sin servicio.
“Lo que menos queremos es que la gente se quede sin luz; pero necesitamos que nos paguen para poder afrontar las obligaciones y no generarle otro problema mayor a la gente y que acumule deudas que se le vuelvan impagables”.
Además, otro fenómeno que también se percibe tiene que ver con los cobros.
Kuzuka contó los notorios cambios de fecha en que el grueso de los usuarios se acerca a las oficinas a pagar, ya que en épocas pasadas lo hacían como mucho entre el 5 y el 7 de cada mes, mientras que ahora la gran mayoría paga sus tarifas después de los días 20.
“Hace algunos años las cajas trabajaban bastante bien entre el 1 de cada mes y máximo el día 5. Actualmente los pagos están más dispersos y se extienden más allá de 20. Estimamos que puede ser por los cambios en las fechas de cobros que tienen muchos beneficiarios de planes sociales o los jubilados”, precisó.
“Antes un 60% de los usuarios abonaba sus tarifas los primeros días, en la actualidad los cobros están muchos más dispersos y se estiran hasta casi fin de mes”.
Un aspecto no menos importante al respecto de los motivos de la mora está dado por la quita de los subsidios o la recategorización de los usuarios. “La mayoría de los subsidios se otorga hasta un consumo de 250 kw y los consumos obviamente superan esos límites, con lo cual los usuarios reciben facturas mucho más abultadas. A un usuario que se le duplicó su factura le resulta muy complicado al bolsillo pagar a término”, detalló el dirigente cooperativo.
“Esto es muy normal que se dé en verano con las heladeras que trabajan mucho más, lo mismo que los aires acondicionados, la gente está más horas en la casa y se le duplican sus costos”.
Para los casos en los que quedaron eliminados del sistema de subsidios de la Nación, la sugerencia es que “se vuelva a inscribir si es que se encuentran dentro de los rangos de la norma para ser beneficiarios con la ayuda, por lo tanto la Nación reverá esa situación seguramente”, deslizó consultado sobre los casos ocurridos en ese sentido.
Aunque Kuzuka no se mostró tan optimista: “Se está trabajando para que los subsidios se eliminen y se genere una tabla de subsidios distinta al punto que se sigan eliminando a más beneficiarios”.
“Vamos a ver qué piensan hacer este año, porque se anunció que iban a avanzar con la quita de la ayuda y después tuvieron que volver para atrás”, señaló con respecto a la incertidumbre que existe.
Picos de consumo
Por otra parte, las comunas que se encuentran con sus parques industriales funcionando a pleno son las más complicadas por los picos de consumo.
“Desde fines de diciembre hasta el 20 de enero la demanda baja en los pueblos por las vacaciones que da la industria, pero con todo el sistema a pleno de las empresas sumado al consumo domiciliario aparecen los picos; no obstante, no hemos llegado al récord de años anteriores por lo tanto se resiste bien”, aseguró Kuzuka, tras referirse en particular al caso de la cooperativa de Dos de Mayo que es la que preside.
“De todas formas, no hay ninguna duda que faltan inversiones desde las líneas generales de alimentación de la provincia como de las internas de las cooperativas. Pero, se hace cada vez más difícil invertir”, finalizó.
Impulsan medidas para evitar robo de transformadores
Los robos de los transformadores son una problemática de vieja data y que afectan duramente al sector.
La situación se agudizó hace cuatro años y todavía no se dio con una solución que baje los delitos, principalmente porque es muy difícil encontrar in fraganti a quien está comisionando el robo, porque los equipos se encuentran en zona rural donde hay poco movimiento y casi nula vigilancia.
Días atrás el presidente de la Legislatura misionera, Oscar Herrera Ahuad recibió a la FECEM (Federación de Cooperativas Eléctricas de Misiones) para abordar la problemática “que preocupa tanto por su impacto económico como social: la comercialización de materiales no ferrosos (cobre) sin trazabilidad”, había señalado Ahuad en su cuenta oficial de X.
La reunión se había concretado a causa de los constantes hechos de vandalismo, el robo y la venta ilegal de estos materiales.
El objetivo del encuentro fue lograr avanzar en proyectos de ley que regulen “la actividad, brinden certezas en su comercialización y garanticen más seguridad para los misioneros”, cerró el presidente de la Cámara de Representantes.
Según lo que esperan los presidentes de las cooperativas misioneras es establecer un marco de penalización para quienes compren la mercancía sin trazabilidad, de manera tal de disuadir a los probables clientes porque si en la práctica el ilícito pierde rentabilidad, no se correrían tantos riesgos.
“Si se exige una documentación de la trazabilidad del material ferroso, creemos que se puede mejorar la situación”, reconoció Ángel Kuzuka también consultado a ese respecto.
“Si el que compra puede demostrar que el material que compró está registrado de dónde salió, ya es otra cosa”, aseguró.
Fuerte perjuicio
En costo económico para las cooperativas afecta fuertemente sufrir el vándalo de sus transformadores, porque su valor ronda por encima del medio millón de pesos.
“A nosotros un robo nos deja en una situación mucho más complicada, pero que lo saca no tiene una gran ganancia. Bajan el transformador y solo retiran el cobre, lo demás lo descartan porque no les sirve. Es más daño que otra cosa. Económico porque hay que reponer y el usuario queda expuesto a graves accidentes, ya que sin saber le quitan el cable a tierra y a la vivienda entra la energía directa”, aseguró.