La provincia de Corrientes enfrenta una grave crisis, con casi 250.000 hectáreas consumidas por el fuego en lo que va del 2025. Con temor a que se repita el desastre de años atrás, los incendios se propagaron rápidamente, especialmente en los primeros días de febrero, cuando se quemaron 116.000 hectáreas, superando la devastación de enero, que cerró con 128.000 hectáreas calcinadas, según datos oficiales.
A pesar de la magnitud de la emergencia, los equipos de brigadistas han logrado contener el 90% de los incendios gracias a una estrategia coordinada que involucra recursos terrestres y aéreos, el apoyo de bomberos voluntarios y la participación activa de la comunidad local. Sin embargo, la situación sigue siendo alarmante, ya que la magnitud de las llamas evoca los devastadores incendios de 2020-2021, que redujeron a cenizas más de un millón de hectáreas de campos y humedales.
Las condiciones climáticas extremas, que incluyen temperaturas récord de hasta 41 grados según el Servicio Meteorológico Nacional, persistirán durante toda la semana, lo que dificulta aún más el control de los incendios. Ante este panorama, las asociaciones rurales han instado a la población a colocar banderas amarillas en los campos que cuenten con reservas de agua, como medida para facilitar las operaciones de extinción.
Si bien se han registrado algunas precipitaciones, las altas temperaturas continúan siendo un factor crítico que exige un esfuerzo aún mayor por parte de los bomberos, brigadistas y personal de Defensa Civil para controlar los focos ígneos. Eulogio Márquez, director de Defensa Civil de la provincia, confirmó que las áreas más afectadas en el sur de Corrientes fueron Santiago Baibiene y Mariano I Loza, aunque aclaró que “ambos focos ígneos fueron apagados”.
Márquez también destacó la gravedad de la situación, afirmando que “efectivamente los incendios han sido mucho más grandes en lo que va de febrero en relación con todo enero”. Para ilustrar esta afirmación, señaló que en enero se quemaron 127,698 hectáreas, mientras que del 1 al 7 de febrero ya se contabilizaron más de 116,000 hectáreas afectadas por el fuego. Las localidades de Perugorría y La Cruz siguen siendo motivo de preocupación.
El gobernador Valdés, tras visitar las zonas afectadas, hizo un llamado a la responsabilidad y a la concientización, señalando: “Estamos atravesando un momento muy difícil debido a la ola de calor, las altas temperaturas y una de las peores sequías… Es fundamental tomar conciencia. Seamos responsables”.
Fuente: Diario El Litoral