Taylor Swift, un joven de 21 años originario de Cheltenham, Inglaterra, capturó la atención en el mundo de las artes marciales mixtas (MMA) no solo por sus habilidades en el deporte, sino también por compartir nombre con la famosa estrella del pop. Esta coincidencia generó diversas situaciones en su vida, desde momentos incómodos hasta oportunidades para impulsar su carrera deportiva.
Desde risas en los pesajes hasta comentarios incrédulos en diversos lugares, el nombre de Taylor Swift siempre genera conversación. El luchador ha relatado que “la peor parte es cuando el locutor anuncia los nombres antes de una pelea. La gente piensa que estoy bromeando”.
Aunque en un principio consideró cambiarse el nombre debido a las constantes bromas, Swift reconoció el potencial de su nombre para impulsar su carrera. “El nombre ayudará. Una gran parte del deporte tiene que ver con los medios y las ventas. Es difícil convertirse en profesional, así que todo ayuda”, explicó.
A pesar de no ser fan de la música de su homónima, ha sabido usar el humor a su favor, incluso bromeando en redes sociales con comentarios irónicos como: “Concierto durante el día, nuevo campeón de peso ligero de Raged UK por la noche”.
Con un récord inicial de tres victorias y una derrota, Swift compartió que su pasión por las MMA surgió tras probar otras disciplinas de combate: “Es muy real. Se vive en el momento. Es como una especie de experiencia extracorpórea, pero no tienes tiempo de pensar en ello cuando alguien está intentando golpearte en la cabeza. Es una de las mejores sensaciones del mundo, sobre todo cuando vas ganando”.
Su objetivo es llegar a la UFC, la organización más prestigiosa de MMA a nivel mundial. El joven luchador ha encontrado inspiración en la superestrella del pop, expresando interés en aprender de su experiencia actuando frente a grandes audiencias. Sin embargo, bromeó diciendo: “Si alguna vez la conociera, le pediría que se cambiara el nombre”.
A pesar de las bromas, Taylor Swift, el luchador, está enfocado en demostrar que su talento en la jaula es lo que realmente lo define. “Hay que tener mucho corazón, sobre todo como aficionado. Puede ser muy agotador”, concluyó.
Fuente: Infobae