El 11 de febrero de 2005, un niño de 12 años fallecía de forma horrenda tras ser arrastrado por un buey a lo largo de más de un kilómetro de un camino vecinal de San Vicente.
El lamentable accidente sucedió en proximidades del kilómetro 42 de la ruta provincial 13, en Picada Mojón Grande, por donde Cristian Rudi Sonntag guiaba una yunta de bueyes a tomar agua.
Minutos después de las 13, el niño partió con los animales y se dirigía a una vertiente a unos 300 metros de su vivienda.
En un momento dado, uno de los animales se habría asustado por algún motivo y comenzó a desplazarse muy rápidamente. La pierna del niño quedó enganchada a la soga con la que estaba atado el buey y el pequeño no pudo zafarse, por lo que fue arrastrado por alrededor de 1.200 metros.
Como consecuencia de las graves lesiones, el pequeño dejó de existir. Su cadáver, al ser encontrado, presentaba un corte en la región occipital, fractura expuesta del pie izquierdo, politraumatismos y excoriaciones múltiples.
El buey involucrado, un macho castrado de unos 400 kilos, era utilizado para labores rurales.