Luego de la salida de Eduardo Serenellini de la Secretaría de Medios, un informe de La Nación reportó que la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, impulsó una peculiar iniciativa: una limpieza energética en el despacho que Serenellini había ocupado en la Casa Rosada. Aseguran que con esta acción no solo buscan un punto de inflexión tras la gestión del saliente funcionario, sino también “ahuyentar” cualquier vestigio de “malas energías” que pudieran haber quedado impregnadas en el ambiente.
El despacho en cuestión, situado en la planta baja con una vista privilegiada hacia la calle Rivadavia, es reconocido como uno de los espacios más agradables de la sede gubernamental, gracias a su amplitud y revestimiento en madera. Para llevar a cabo la limpieza energética, se recurrió a elementos simbólicos como el palo santo y el vinagre, tradicionalmente utilizados para purificar y disipar energías negativas.
Además, se empleó una suerte de “bomba” artesanal, elaborada con diversos componentes naturales, con el objetivo de asegurar una eliminación completa de cualquier influencia energética que pudiera haber quedado en el lugar.
La designación de Serenellini, quien cuenta con una trayectoria en los medios de comunicación, se había formalizado en enero de 2024. Sin embargo, su gestión no estuvo exenta de controversias, incluyendo cuestionamientos internos y una polémica relacionada con la regulación de la actividad periodística que generó tensiones con los medios.
En este contexto, la limpieza energética impulsada por Karina Milei se interpretó como una medida para cerrar un capítulo y renovar el ambiente, marcando una clara distancia con la etapa anterior.
Más allá del ritual, por el momento no hay planes concretos para que alguien ocupe el despacho que dejó vacante Serenellini. Este espacio, que en el pasado fue utilizado por la vocera presidencial durante la gestión de Alberto Fernández, Gabriela Cerruti, permanece a la espera de un nuevo ocupante. A su vez, en la Casa Rosada se debate sobre el rumbo de la comunicación gubernamental y el rol de la Secretaría de Medios en la nueva administración.
Fuente: La Nación