Entre las 17.30 y 18 de la tarde de este martes, vecinos del barrio El Palomar debieron socorrer y alertar al Centro Integral de Operaciones 911 porque una vivienda de la calle Pedro Méndez al 2275 había una mujer herida de gravedad y su hogar se incendiaba.
Cuando fue asistida la víctima, notaron que tenía lesiones de arma blanca en el cuello, pecho y manos y quemaduras, por lo que habría resultado determinante la intervención de una ambulancia de la Red de Traslados del Hospital Ramón Madariaga, cuyos paramédicos le brindaron los primeros auxilios para llevarla al sector de Emergencias y Terapia Intensiva, donde hasta esta noche continuaba con pronóstico reservado y conectada a un respirador artificial.
La víctima fue identificada como Ana María Oleynicak, tiene 54 años y reside sola en el inmueble atacado.
Tras el aviso de intervención a la comisaría Tercera de la Unidad Regional I y al juez de Instrucción de turno, Fernando Luis Verón, se solicitó la pesquisa a los integrantes de la Dirección Homicidios de la Policía.
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Mientras se desplegaban los pesquisas, los efectivos de la Policía Científica requisaban el inmueble colectando huellas y secuestrando elementos para ampliar la labor de esclarecimiento.
De acuerdo a las fuentes consultadas por PRIMERA EDICIÓN, la primera hipótesis que se mencionó para seguir apunta a un intento de femicidio para ocultar el robo de ahorros u objetos de valor.
Entre los elementos suntuosos o que pudieran haber conformado un botín para la posibilidad de un asalto, se especula que podría haber guardado Oleynicak en su domicilio, alhajas o joyas destinadas a su actividad comercial.
Siempre sobre el paño de las conjeturas, el intento de quitarle la vida se relaciona con la posibilidad que la víctima conociera a su agresor.
Otra punta del -por ahora- ovillo de hipótesis se estiraría con la sospecha de una tentativa en grado de femicidio pero agravado por el vínculo, entendiéndose un tercero que la atacó en situación de violencia de género.
Este último punto surge por el desorden hallado dentro de la propiedad, una esquina con dos accesos o puertas y cinco ventanas, todo enrejado.
Vecinos consultados por este Diario, remarcaron que en la zona el temor por los episodios de inseguridad, como los delitos contra la propiedad, no es leve y que se refuerza por los robos reiterados dentro de las viviendas y pese a que a pocos metros se encuentran las oficinas custodiadas del Juzgado de Instrucción 7 y las dependencias de la Secretaría de Apoyo para las Investigaciones Complejas (SAIC) del Superior Tribunal de Justicia.