Ubicada en Mártires, las familias de la comunidad mbya guaraní Yvy Porá Marangatú y su cacique, Marcial Giménez, se sorprendieron este lunes ante la llegada a su tekoa de un importante grupo de policías de la provincia. “No sabíamos que venían y en un primer momento nos sorprendimos y nos asustamos un poco… pero lo cierto es que nuestra comunidad y otras dos comunidades cercanas solicitamos en Posadas una mayor intervención de las fuerzas de seguridad en nuestra zona porque sufrimos apeos ilegales y el ingreso de intrusos en forma permanente”, contó a PRIMERA EDICIÓN el cacique de Yvy Porá, Marcial Giménez.
Fue tan significativa la presencia policial a lo largo de la jornada, en el marco del plan de patrullaje en áreas de selva, destinado a proteger la fauna y flora, y evitar el ingreso de personas ajenas a las tierras, que el cacique Giménez obsequió a la policía rural su yegua de seis meses para que se sume a los recorridos. “Serán los mismos niños de la comunidad los que elegirán qué nombre le pondremos a la yegüita”, anticiparon desde la policía.
Para poder sumarla a los patrullajes, la yegua deberá ser previamente entrenada “todavía no está domada, por lo que en los próximos días iremos a buscarla para llevarla a Puerto Rosario donde hay un señor especializado en doma que colabora con nosotros”.

Nuevo vínculo
Del operativo policial del lunes participaron distintas áreas policiales de la Unidad Regional II de Oberá, entre estas Policía Comunitaria y la División de Prevención de Delitos Rurales.
En diálogo con PRIMERA EDICIÓN, el jefe de la Unidad Regional II, Claudio Ludke, contó que “el cacique había manifestado su preocupación por los apeos ilegales y la gente extraña que ingresaba en las tierras de la comunidad, una superficie de 109 hectáreas. Por eso, decidimos activar la relación con la comunidad Yvy Porá, como lo hacemos con otras comunidades. Con ese propósito, el lunes fue un grupo de oficiales superiores de distintas dependencias, entre estas Policía Comunitaria, la División de Prevención de Delitos Rurales y profesores de educación física que también son policías… nuestra idea es estrechar vínculos, acercar a la Policía Comunitaria para trabajar juntos sobre algunas cuestiones relacionadas con la seguridad y la convivencia en ese terreno”.
De hecho, tras la jornada, entre los policías y el cacique intercambiaron teléfonos para facilitar el acceso a la fuerza de seguridad ante situaciones de inseguridad. “Les compartimos los teléfonos de emergencia, incluso nuestros teléfonos personales para que puedan comunicarse sin inconvenientes”, indicó Ludke.
“Fue una jornada muy productiva, con los chicos se abordó el tema de la seguridad en la ruta porque ellos van caminando a la escuela. También se jugó mucho… la gurisada se prendía por las piernas de los policías”, contó el jefe de la Unidad Regional II.
“Nos sentimos escuchados”
Según contó el cacique de Yvy Porá Marangatú, la semana pasada se reunió con el cacique de la comunidad Marangatú, con quien comparte su preocupación por los apeos ilegales, y decidieron presentar ante la Jefatura de Policía un pedido de mayor presencia policial en la zona.
“Decidimos hacer este pedido porque nuestras familias tienen miedo, todos saben que los pueblos originarios son muy pacíficos y hay situaciones en las que nos sentimos en riesgo. Y la verdad es que es la primera vez que la policía se acercó a nuestra comunidad en estos dos años que estamos en este lugar y, por primera vez también, nos sentimos escuchados”, destacó Marcial Giménez.
El cacique aseguró que fueron varias veces a la sede policial de Mártires, pero ni siquiera aceptaron tomar la denuncia.
El trabajo en las colonias
Según recordó el jefe de la Unidad Regional II de Oberá, Claudio Ludke, la base operativa de la División de Prevención de Delitos Rurales está en Puerto Rosario, sobre la ruta costera 2, “pero trabajamos en toda la colonia de Oberá en distintos operativos rurales y este lunes fuimos a Mártires para que recorran la zona y conozcan al cacique. Del cacique nació regalar su yegua a la policía rural como gesto de amistad y buena voluntad”.
Ludke indicó que “la actual jefatura, a cargo de Fabio Martínez, tiene entre sus ejes de trabajo la presencia activa de la policía en las colonias. Por eso, las comisarias del interior comenzamos a hacer pequeños operativos rurales diarios y una vez a la semana hacemos un operativo rural más grande con la participación de bomberos, policía rural, motorizada, infantería, policía comunitaria, verificación automotor y siempre arrancamos en alguna escuela rural, con participación de los alumnos y padres”.
Estos operativos son más integrales, incluyen charlas con los alumnos sobre grooming, violencia escolar y violencia familiar. También participa la sección canes de la policía que, además de llevar a los perros, ofrece charlas sobre tenencia responsable de mascotas. “Mientras un grupo de policía da estas charlas, otro equipo sale a recorrer la colonia en moto, a caballo, móvil o a pie, habla y comparte con la gente. Al mediodía, hacemos un almuerzo comunitario en la escuela… a veces se acercan los intendentes y cooperativas de la zona, la idea es llegar con la policía a lugares de más difícil acceso”.