La muerte -que se investiga como un nuevo episodio de “gatillo fácil”- de Ivo Rodrigo Torres, estudiante universitario jujeño asesinado hace siete días por efectivos de la Gendarmería Nacional tras una persecución en las afueras de La Quiaca tiene cuatro integrantes de la fuerza federal detenidos, entre ellos dos misioneros: Alexander Ezequiel Gunther (subalférez) y Marcos Leonardo Wisniewski (cabo primero). Completan la lista la cabo Juliana Carina Enciso y el sargento primero Walter Daniel Álvarez. En el caso del último mencionado, sus tres compañeros de guardia lo apuntaron como el que disparó por la espalda al joven que habría intentado escapar de ellos.
Los cuatro gendarmes fueron acusados por el hecho provisorio con la carátula de “homicidio doblemente agravado por la alevosía y por la condición de ser miembros de una fuerza de seguridad”.
Cabe recordar que Torres falleció tras los impactos recibidos mientras circulaba a bordo de su motocicleta desde la frontera con Bolivia transportando hojas de coca en estado natural y turrones. Su destino final era la localidad de Barrancas, donde residía. Pero fue perseguido por los agentes federales pertenecientes al Escuadrón 21 “La Quiaca” que se desplazaban en una camioneta de la fuerza.
Carlos Sebastián Espada, abogado querellante en representación de la familia de Ivo Torres, sostuvo durante las últimas horas y tras las declaraciones judiciales de los detenidos. “Quedó acreditado que la muerte se produce a causa de una herida causada por un arma de fuego. También se ha descartado esta idea de un forcejeo porque uno de los disparos viene precisamente realizado desde la espalda y esto es lo que tiñe al homicidio de alevoso”, aseguró, en referencia a la responsabilidad de los gendarmes.
Se trata de conclusiones que salieron a la luz tras la autopsia realizada en la Morgue Judicial de Alto Comedero. Si bien no hay un informe final, de manera preliminar se conoció que Torres recibió dos disparos, uno de ellos en el brazo y otro en la espalda a la altura de la axila, que le habría perforado el pulmón. Mientras que de los otros siete disparos, cinco impactaron en la moto y dos en las inmediaciones, de acuerdo al trabajo realizado por el personal de la Dirección de Criminalística de la Policía de Jujuy.
Los dos misioneros: Marcos Leonardo Wisniewski de 34 años, oriundo de Bernardo de Irigoyen y Alexander Exequiel Gunther de 25 y de Aristóbulo del Valle, y la cabo Enciso declararon y señalaron al sargento Walter Daniel Álvarez como el responsable de gatillar contra Torres durante la mañana del jueves 6 de febrero en las afueras de La Quiaca.
De todas maneras, “las inconsistencias, las faltas de verdad en las declaraciones hicieron que los cuatro sujetos se encuentren privados de su libertad en el marco de una prisión preventiva”, afirmó de manera categórica el abogado que asiste a la familia de Torres.
Desde el viernes pasado, el expediente pasó al fuero federal, a cargo del fiscal Sebastián Jure y la jueza Carina Gregoraschuk.
La autopsia pudo comprobar que fueron dos los disparos que terminaron con la vida del joven estudiante de la carrera de Turismo, oriundo del pueblo puneño de Barrancas, departamento Cochinoca. En un primer momento trascendió un forcejeo entre Torres y los efectivos de la Gendarmería, lo cual quedó totalmente descartado.
La otra hipótesis se basaba en que Torres podría haber visto alguna situación comprometida de los agentes de la fuerza federal, lo cual habría generado la injustificada reacción de perseguirlo y abrir fuego contra la humanidad de la víctima.
Al respecto de esta posibilidad, Espada afirmó: “Que Ivo haya visto algo raro no está totalmente descartado. Recordemos que el caso se produce cuando personal de Gendarmería, que no se encontraba en un puesto de control ni tampoco controlando algún paso fronterizo, sino que estaba en la ciudad de La Quiaca, detectan a una moto que circulaba a gran velocidad. Entonces, no tenemos ningún motivo para pensar por qué reaccionaron de esta manera desproporcionada”.
Otro de los interrogantes es la distancia desde la que se efectuaron los disparos, la cual quedó confirmada luego de la intervención al cuerpo de Torres. “Al no tener los resultados finales de la autopsia, lo que tenemos es un informe preliminar donde se dio cuenta que la causa de muerte es por heridas de arma de fuego. Nosotros propusimos una perito de parte, quien nos dijo que los disparos se realizaron a corta distancia, menos de un metro”. “Se encuentran acreditados los disparos y que la causa de muerte fue por estos disparos y la teoría que se intentó esbozar de un forcejeo es un disparate”.