Cada inicio del ciclo lectivo representa un desafío para las familias. Más allá de los aspectos económicos y la compra de útiles escolares, también surgen inquietudes sobre cómo acompañar a los niños en este proceso de adaptación.
En ese contexto, la psicopedagoga, magíster y profesora en Educación Especial, Myrian Báez, compartió sus recomendaciones sobre cómo preparar a los estudiantes para el regreso a las aulas.
En diálogo con 89. 3 FM Santa María de las Misiones y Canal 9 Norte Misionero, enfatizó la importancia de la preparación progresiva para garantizar un regreso seguro y positivo a la escuela.
“Desde la psicopedagogía se recomienda prepararnos gradualmente para este retorno a las aulas y que sea lo más seguro, que sea lo más positivo posible. Porque entiendo que el aprendizaje tiene que ver con varios elementos, y uno de ellos es sentirse cómodos, acompañados, de saber que vamos a un lugar seguro y salimos de un lugar seguro”, explicó.
En este sentido, recomendó que las familias ayuden a los niños a ajustar los horarios de sueño y alimentación, dado que durante las vacaciones suelen alterarse.
“Ya no dormir a cualquier hora por la noche y levantarse también a cualquier hora, sino que es necesario volver a la rutina de las ocho horas diarias, que es lo ideal”, señaló. Además, indicó que esto también permite regular los momentos de almuerzo y cena, facilitando la adaptación a la rutina escolar.
Generar hábitos de estudio y organización
Otra recomendación clave es la construcción de espacios de estudio dentro del hogar. Báez aconsejó identificar el mejor lugar para el aprendizaje, con buena iluminación y menos distracciones, para facilitar la concentración de los niños. “Es importante empezar a pensar en nuestras casas cuál es el mejor lugar donde hay más iluminación, más silencio, mejores elementos o estructuras para que uno se siente y focalice la atención, para que pueda empezar a estudiar, a repasar contenidos básicos”, destacó.
Asimismo, propuso que los niños participen en la organización del material escolar, incluyendo la compra de útiles. “Yo siempre digo, invitemos a los hijos a ir a hacer las compras con nosotros. Que sepan cuánto cuesta un lápiz hoy, cuánto cuesta una lapicera, cuánto cuesta un juego de lápices de colores. Y ver de todo lo que tenemos, qué cosas podemos reutilizar este año para no hacer una compra compulsiva y tal vez comprar lo mínimo indispensable”, sugirió.
La importancia del desapego y la adaptación
Para los niños que comienzan el nivel inicial, Báez remarcó la relevancia de trabajar la separación de los padres de manera gradual. “Si nunca se quedan solos o con alguna persona extraña en la familia, empezar a dejarlos un ratito más con alguna tía, con alguna amiguita en la casa de alguien. Poder trabajar estas cuestiones gradualmente es súper importante para que el desapego a la hora de quedarse en una salita no sea tan traumático ni para la niña ni para el adulto”, afirmó.
También destacó que, aunque las escuelas cuentan con períodos de adaptación, muchas veces los niños viven la separación de manera traumática porque no han pasado por estos procesos previos. En este sentido, sugirió que los padres generen estrategias para que la transición sea más sencilla, como familiarizar a los niños con la escuela antes del primer día de clases.
Ansiedad y emociones en el regreso a clases
Sobre la ansiedad que pueden experimentar los niños, Báez indicó que dependerá de la personalidad de cada uno, pero que es fundamental acompañarlos con la palabra. “El acompañar con la palabra, ¿no? ¿Qué te pasa? ¿Qué sentís? ¿Cómo te sentís? ¿Qué expectativas o qué pretendes? ¿Qué te parece que va a pasar este año? Eso de comunicarnos y vincularnos ahí con la palabra está buenísimo porque en general los niños y más a las familias les cuentan qué les pasa”, expresó.
Una de las estrategias para reducir la ansiedad es anticipar lo que ocurrirá en el ámbito escolar. “Para bajar estos niveles de ansiedad es importante tener conocimiento y ofrecerles el conocimiento. ‘Tu escuela está acá, vamos a pasar por el frente de la escuela, a esta escuela vas a venir, vas a venir a la mañana, tal hora’ . Generarles como un puerto seguro, ¿no? Dándoles algunas ideas de lo que puede llegar a pasar y creo que eso los ayuda a pensarse en esa otra situación. Y cuando nos podemos pensar en situación, bajamos la ansiedad”, explicó.
Recompensas y la importancia de la responsabilidad escolar
Sobre la costumbre de ofrecer recompensas a los niños por su desempeño escolar, Báez recomendó que las familias transmitan la idea de que la escuela es una responsabilidad y no un mérito que deba ser premiado.
“Considero que hay que entender y hay que tratar de que los hijos también interpreten que la escuela es una obligación. En principio y desde principio a fin, tiene que ver con una obligación, es una responsabilidad y que es necesario”, expresó.
Sin embargo, destacó la importancia del acompañamiento constante para evitar dificultades académicas que se acumulen a lo largo del año. “Yo creo que más que pensar en las recompensas para los hijos, hay que pensar en estas ayudas que si se dan gradualmente durante todo el año, vamos a tener niños, estudiantes, adolescentes, jóvenes, felices que disfrutan de este proceso de aprendizaje”, manifestó.
Para concluir, Báez subrayó la importancia de construir un entorno de aprendizaje libre de violencia y cargado de acompañamiento afectivo.
“El mensaje que doy generalmente tiene que ver con esto de lo que, por ahí, lo viví como experiencia de estudiante toda la vida. De que es tan lindo, es tan constructivo para cualquier persona poder aprender en contextos saludables, donde no haya gritos”, señaló.
En este sentido, remarcó que el rol de la familia es clave en el proceso educativo, no solo desde la supervisión, sino desde el afecto y el interés por el aprendizaje de los niños. “Que los estudiantes lleguen a las casas y que haya alguien que los reciba. Ese abrazo del papá, ese alojamiento de la mamá y que alguien pueda revisar esas carpetas, esos cuadernos y acompañar con amor. Creo que ese es el mejor mensaje”, concluyó.
“Considero que hay que entender y hay que tratar de que los hijos también interpreten que la escuela es una obligación. En principio y desde principio a fin, tiene que ver con una obligación, es una responsabilidad y que es necesario”, expresó.