La crisis yerbatera en Misiones alcanzó un nuevo punto de inflexión tras la reunión de productores realizada en el norte de la provincia, donde resolvieron iniciar un paro total en la cosecha de hoja verde y en el movimiento de yerba canchada.
Diego Petterson, productor de la zona, explicó que la medida incluye un acampe sobre la ruta 19 y que se mantendrá de forma indefinida hasta que haya respuestas concretas del Gobierno nacional, provincial y del sector molinero. “Lo que se resolvió en la reunión es parar totalmente la cosecha de la hoja verde y parar el movimiento de yerba canchada, de no dejar circular”, afirmó Petterson, a PRIMERA EDICIÓN.
El productor detalló que la modalidad acordada por los productores no implica cortes de ruta, pero sí una prohibición estricta del transporte de la materia prima. “El resto puede circular libremente, pero hoja verde y canchada no se dejará trabajar”, sostuvo.
La decisión, tomada por votación de los productores presentes, también fue respaldada por tareferos y cuadrilleros, quienes se sumaron al reclamo. “Acá están comprometidos los hermanos tareferos, los productores y los cuadrilleros que forman parte del trabajo de producción de yerba mate. Esas partes todas se comprometieron en parar”, señaló, subrayando la unidad de los distintos actores de la cadena yerbatera en esta lucha por un precio justo.
El productor relató que, además de Andresito, en San Pedro se firmó un compromiso similar, consolidando una postura unificada de los yerbateros en diferentes puntos de la provincia. “Estuvimos hablando de que toda la provincia tiene que trabajar en lo que estamos pensando nosotros acá y unirnos en esta lucha agraria entre todos, pidiendo un precio justo”, expresó.
La medida, según explicó Petterson, será indefinida. “El acampe será por tiempo indeterminado, hasta que no consigamos el precio, la lucha va a seguir”, afirmó, reiterando que el objetivo es que toda la provincia adhiera a esta iniciativa. “Mientras no tengamos el precio que pedimos, no se va a levantar”, sentenció.
En cuanto a las razones que impulsaron esta decisión, Petterson fue claro. “El productor tiene que entender que no tiene que regalar la hoja verde. Tiene que retener y no entregar la materia prima a costos viles que, hoy por hoy, están recibiendo los productores y que es muy mínimo”. En su declaración, hizo un llamado a la unidad y a la resistencia. “Tenemos que pelear entre todos y recibir un precio que nos sirva a nosotros y que le sirva a los hermanos trabajadores”.
Los productores esperan ahora que tanto el Gobierno como el sector industrial reaccionen ante esta medida. “Se hará un acampe sobre la ruta 19, donde los productores van a estar hasta que tengan nuevas coordenadas del Gobierno, tanto nacional como provincial, y el sector molinero que están viendo si se pueden reunir para trabajar con ellos”, explicó.
Petterson, indicó que hay expectativas de un posible diálogo, pero que, mientras tanto, la paralización de la actividad yerbatera continuará.
Finalmente destacó la importancia de la participación de todos los sectores involucrados en la producción de yerba mate. “Están haciendo un acta donde están firmando todos, que es acerca de lo que se habló acá, de las medidas que se tomaron por votación de los productores. Los cuadrilleros y los hermanos tareferos que estaban acá también votaron a favor de la medida”, comentó.
Paro de cosecha
En San Pedro, los productores yerbateros acordaron volver a reunirse la próxima semana, luego de manifestarse por varios días a la vera de la ruta y bloquear el paso de hoja verde y yerba canchada, transportada en camiones.
Asimismo, emitieron un comunicado donde solicitaron que se haga un “llamado de emergencia por la crisis económica yerbatera” y adelantaron que, a partir del próximo lunes, también se hará un cese de cosecha de hoja verde y comercialización de yerba canchada.
Por ello, condicionaron a secaderos de yerba, prestadores de servicio y tareferos que, aquellos que incumplan con el pedido, “serán los únicos responsables por la materia prima”.
“Es momento que reflexionemos en conjunto, que esto es un beneficio para que todos podamos tener un precio digno para vivir con nuestras familias”, finaliza la misiva.
Repercusión internacional
The Economist, uno de los diarios de economía más importantes del mundo, destacó la crisis que atraviesan los productores de yerba mate en Argentina tras la desregulación del sector.
El medio consultó a María Ferreira, una productora de Misiones, quien afirmó que los precios actuales “no cubren los costos”. La nota señala que los productores ahora dependen de los diez molinos que controlan la mayor parte del procesamiento y envasado de la yerba.
Desde el Ministerio de Desregulación, la caída de los precios al consumidor es vista como un aspecto positivo, ya que en noviembre de 2023 el costo de la yerba en góndola había bajado un 30% en términos reales respecto del año anterior.
No obstante, algunos analistas citados en la nota atribuyen la baja de precios a factores climáticos favorables y a la existencia de un mercado negro en el sector.
A un año del compromiso de laudo que nunca fue
En febrero del 2024, el exsecretario coordinador de Producción de la Nación, Juan Pazo, viajó a Misiones para reunirse con todo el sector yerbatero para prometer cosas que luego nunca cumpliría. En los hechos, no obstante, fue la demolición de la Ley nacional que en 2002, luego de un duro tractorazo, definió que el mercado yerbatero debía tener algún tipo de regulación del Estado para evitar que los pocos molinos se abusen de cerca de 15.000 productores minifundistas.
Esa ley, la 25.564, dispuso la creación del, ahora, agonizante, Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM) que tenía, entre sus principales funciones, la fijación de precios de referencia mínimos para la materia prima, la hoja verde, y la yerba canchada salida del secadero.
No obstante, ese día, el funcionario dilecto del ministro Luis Caputo, decidió de facto que esa ley no iba a aplicarse más amparándose en la desregulación económica instaurada por el gobierno de Javier Milei con el DNU 70/2023. Desde ese día no se han vuelto a fijar valores de referencia como exigía esa ley y los precios pagados al productor se han achicado a los niveles más bajos de la historia.
A través de un informe, el Centro de Economía Política Argentina (CEPA), recordó que la última fijación de valores para la hoja verde correspondió al último tramo de 2003, previo al cambio de gobierno. De acuerdo con aquella Resolución 406/2023, el precio de la hoja verde debía ser de 250 pesos y el de la yerba canchada 950 pesos para marzo.
Pero el 8 de febrero de ese año, el secretario de Economía se reunió en la sede el Ministerio del Agro de Misiones con representantes provinciales donde firmaron un acta que decía: “El secretario Pazo garantizó que, en caso que no exista unanimidad en el Directorio del INYM en la Sesión Especial de Precios, la Nación emitirá el laudo correspondiente y que en esa instancia se analizará punto por punto la grilla de costos para determinar los valores de la materia prima”.
Algo que jamás sucedió debido a que nunca más hubo laudo de la Secretaría de Agricultura, manejada ahora por el concuñado político de Pazo, el secretario Sergio Iraeta.