Estamos acostumbrados a procurar los elementos necesarios para subsistir, lo cierto es que no nos solemos quedar quietos hasta tener lo necesario, lo propio según nuestras creencias de lo que creemos necesitar. Sin embargo, hay culturas que practican vivir con lo mínimo necesario, reduciendo las necesidades a cada vez menos y procurando calidad. Pero aún así, necesario y calidad son conceptos que pueden ser controvertidos, porque lo que es bueno para unos, puede no serlo para otros.
El parámetro de calidad puede estimarse según las necesidades de cada uno, las creencias, la historia y también, el grado con el que interaccionamos con la naturaleza.
Los que poseen contacto continuo con la naturaleza y presencien el ciclo de los organismos es posible que comprendan cuán valiosos son y cuánto dependemos de ellos para sobrevivir, de hecho, no siempre los organismos elementales, esenciales para sobrevivir están presentes, ya que muchos son estacionales, otros finitos y otros escasos.
Los organismos que realmente necesitamos y brindan calidad a nuestra existencia son los que ponen en valor nuestros propios ciclos y necesidades.
Advertir nuestras necesidades requiere autoobservación, dedicación, presencia del estado. ¿Óptimo, Regular, Carente, Deficiente…?
Las necesidades humanas para sostener calidad de vida señalan 4 ejes, la buena alimentación de proximidad, variada y , el buen descanso, el ejercicio frecuente y las buenas y sanas relaciones sociales.
Al revisar estos tópicos, es probable encontremos áreas a mejorar o corregir. Las variables de la vida de cada uno se van modificando y a pesar de creer que hacemos siempre lo mismo, el paso del tiempo es inevitable y los ciclos terminan.
Ahora, y yendo un poco más allá de la posible experiencia individual que nos marca el camino, viendo el conjunto de los ciclos, los organismos, elementos, relaciones, necesidades y excelencia en los aspectos que definen una vida con calidad conduce al concepto de comunidad.
Así como la suma de acciones individuales puede condicionar la pureza del suelo, el agua o el aire, sabiendo que la contaminación trae consecuencias nefastas para todos los habitantes del planeta, también lo es y el efecto de las comunidades que procuran un uso adecuado, regulado, sostenible y consciente de tales elementos tan necesarios para nuestra existencia, es más cuando leemos “nuestra”, desde ecosanación intentamos evocar a todas las especies, de todas las comunidades de toda la tierra.
Habitar el planeta es una cosa seria que puede hacerte feliz. Vaya juego planetario que nos es regalado cada día.
Anahí Fleck
Magister en Neuropsicología. 0376-154-385152