Hipertensión: repasando un poquito la anatomía para entender el verdadero por qué de las sugerencias indicadas que mencionaré al final.
Juan Andrés me consultó para sentirse mejor. Tiene 63 años y se acaba de jubilar, asegura tener una vida muy sana y tranquila, toma medicación antihipertensiva desde los 56 y ahora su cardiólogo se la graduó. Reitera que “está bien y no tiene nada, es solo hipertensión, es hereditario, todos tienen en mi familia”.
Al comenzar su chequeo charlamos sobre ciertos hábitos como el jugo de naranja de mañana con 2 tostadas de pan integral con queso untable y jamón, a veces medias lunas, no más de dos. Al medio día alguna pasta, carnes y verduras de manera variada.
Por la tarde-noche pica algo con el mate y no cena pesado, a veces un vaso de leche con algún pedacito de queso o alguito más. Esas son sus textuales palabras.
Ahora bien, tengamos en cuenta qué significa tener presión arterial alta: primer gran concepto, es multifactorial. Muchas pueden ser las causas y hoy sabemos que la epigenética, es decir, nuestro estilo de vida influye más que la herencia.
Podemos tener a ambos padres y abuelos con hipertensión, pero nosotros tener un estilo de vida más saludable y nunca presentar hipertensión.
Vayamos a ver qué pasa dentro de nuestro motor, el corazón. Nuestro gran músculo bombeador, de aquí parte un vaso arterial muy conocido que se denomina aorta, por allí fluye con fuerza la sangre oxigenada que irá a cada parte del cuerpo, llevando nutrición, oxígeno. Esta arteria tiene un grueso calibre que luego va angostándose y según los lugares va dando ramas medianas y pequeñas hasta terminar en pequeños capilares que las une con las venas, que llevan la sangre con dióxido y otros.
Toda la sangre pasa por el corazón, según características generales, tendremos de 4 a 7 litros aproximadamente, pero a su vez en su camino, pasa por hígado y riñones. Esto lo menciono porque la hipertensión arterial significa que el corazón bombea sangre, pero no es el único órgano involucrado.
Si tenemos hígado o riñones con algún tipo de afección influye, si la conducción, arterias tiene disminuido el flujo por placas de colesterol por ejemplo, o si las sustancias que aceleran o disminuyen el ritmo como las hormonas como el cortisol en periodos de estrés máximo, distrés se alteran también. Es un todo, de ahí la importancia de no minimizar ningún factor.
Tener una consulta adecuada con un nutricionista quien: pesa, mide, evalúa nuestras características generales y nos da la sugerencia de un buen plan de alimentación es vital, ya que el concepto de que un vaso de leche con algún pedacito de queso es poco, no es certero. O consumir jugos en cantidades, porque siempre creímos que la leche y fruta eran lo adecuado son mezclas no tan saludables.
La actividad física después de determinada edad no significa solo caminar sino también fuerza muscular.
Los análisis específicos más detallados donde se incluya saber cómo están el hígado y los riñones para también focalizarlos como parte del bienestar circulatorio.
Hiper es igual a mucho, tener hipertensión significa que el músculo cardiaco debe hacer mucha fuerza para realizar su trabajo, de ahí la gran importancia de tener en claro todos los demás factores. No minimizar y consultar a los profesionales que como los nutricionistas son esenciales para globalizar adecuadamente cada tratamiento.
Tener 63 años y querer sentirse mejor, es amarse a uno mismo y ayudarlo a conocerse un poquito más, es valorar a nuestros pacientes y darles más oportunidades para un mayor bienestar.
Siempre mi sugerencia es conocerse para aprender a cuidarnos mejor. Con los remedios básicos a nuestro alcance, estilo de vida saludable, sol, aire, actividad física, alimentación y descanso adecuado todos los días podemos aprender un poquito más.
Feliz y bendecida jornada.
Dra. Marcela Campias -WhatsApp: 3764413607
Av. Tambor de Tacuarí 332