El cantante Bon Scott pasó de leyenda del rock a mito el 19 de febrero de 1980, cuando falleció a los 33 años, tras una noche de excesos en Londres (Inglaterra).
Ese día, el emblemático vocalista de AC/DC fue encontrado sin vida en el interior de un Renault 5. La causa oficial de su muerte: intoxicación etílica y muerte accidental por asfixia con su propio vómito.
Era el fin del que está considerado uno de los grandes vocalistas de rock de todos los tiempos, tras una corta vida marcada por el desenfreno y siempre al límite. Para entonces ya había estado al borde del precipicio en más de una ocasión. Él mismo decía que no llegaría a los 40 años, y así fue.
Nacido el 9 de julio de 1946 en Forfar (Escocia), bajo el nombre de Ronald Belford Scott Mitchell, con 6 años se marchó a Australia con su familia y allí desarrolló toda su trayectoria musical, donde había despuntado desde muy pequeño.
Pasó por diferentes grupos de rock como The Spektors, The Valentines o Fraternity, antes de convertirse, en 1974, en el vocalista líder de AC/DC junto a los hermanos Malcolm y Angus Young.
Su presencia escénica y su voz eran tan características que, desde el momento en el que se subía a un escenario, las miradas eran todas para él.
Protagonizó los seis primeros álbumes de la mítica banda australiana, el más famoso (y el último) de ellos “Highway to hell”.
Su último recital fue el 27 de enero de 1980 en Southampton.
El 18 de febrero el cantante llamó a varios amigos para salir a tomar algo. Todo apunta a que bebieron demasiado. Uno de sus amigos, Alistair Kinnear, le llevó a casa. Pero Bon se desmayó por el camino, su amigo decidió dejarle dormido en el auto, pues no era capaz de levantarle. Le puso una cobija encima, reclinó el asiento y se fue a dormir.
Al día siguiente, Alistair lo encontró muerto en el interior de su Renault 5. El informe de la autopsia oficial dictaminó que había sufrido una intoxicación etílica aguda, lo que le hizo ahogarse en su propio vómito. Se clasifico como una muerte accidental.
Lo que pasó esa noche será siempre un misterio que ha generado miles de debates. En su libro biográfico “Bon: The Last Highway”, el escritor Jesse Fink cuenta – tras largas conversaciones con quienes vieron con vida por última vez al cantante- que Bon Scott murió por sobredosis de heroína.
Alistair Kinnear, la última persona que le vio con vida y quien descubrió su cadáver, era dealer.
Colin Burgess, baterista original de AC/DC, también estuvo con él esa noche y aseguraba que “cuando nos marchamos, él no estaba borracho“.
Lo cierto es que la muerte de Bon Scott fue un gran golpe para AC/DC, que lo sintieron como “perder a un miembro de nuestra familia. Es muy difícil superar algo así. No solo es tu amigo, es alguien con quien has estado trabajando todo ese tiempo”, según definió en su momento Malcolm Young.
En abril de 1980 llegaría su reemplazo: Brian Johnson, con quien terminaron las canciones de su disco “Back in black”, tributo al cantante fallecido, de ahí su portada en riguroso negro de luto. Hoy sigue siendo uno de los álbumes más vendidos de todos los tiempos.