Transcurridos 53 días desde que se descubriera la posibilidad de impacto contra la Tierra del meteorito 2024 YR4 el 22 de diciembre de 2032, la “amenaza” no deja de crecer.
La agencia espacial estadounidense NASA, tras realizar una serie de nuevos estudios, volvió a elevar la probabilidad de impacto del 2,3% al 2,6%. Cálculos que coinciden casi al completo con los de la Agencia Espacial Europea (ESA), que aumentó su porcentaje del 2% al 2,4%.
Sin embargo, aunque parezca paradójico, el riesgo de colisión del meteorito con la Tierra sigue siendo el mismo según la Escala de Turín, que en esta ocasión no ha variado. Esta forma de medición consta de 10 niveles y cifra el riesgo de colisión en un nivel número 3, teniendo en cuenta que el nivel cero es el de aquellos que no tienen ninguna probabilidad de chocar contra la Tierra y del 8 al 10, los que tendrán un impacto seguro aunque con diferentes consecuencias.
Los estudios se están realizando a toda prisa, en busca de pruebas y evidencias de las opciones de colisionar contra nuestro planeta, debido que a mediados de abril el asteroide dejará de ser visible desde nuestra posición y no volverá a estarlo hasta 2028.
El meteorito 2024 YR4 tiene un tamaño estimado de entre 40 y 100 metros de diámetro, un tamaño similar a lo que mide una cancha de fútbol, por lo que ni mucho menos pone en riesgo la supervivencia del planeta, pero sí podría causar algunos efectos gravitacionales y -sobre todo- ambientales, o graves daños materiales en caso de caer en alguna zona urbana.