Una noche de terror vivieron los padres del misionero Rodrigo “Chila” Márquez, actual jugador de Platense, luego que tres delincuentes armados ingresaron por el balcón al departamento del barrio de Palermo, los redujeron, amenazaron y se fueron con dinero.
El hecho ocurrió el último domingo, alrededor de las 22, cuando los ladrones irrumpieron en la vivienda y maniataron con cables a Wilson y Marisa, los padres del futbolista misionero.
“Les decían que si se movían los quemaban, que los iban a matar. Por suerte no los golpearon”, relató Márquez a Infobae. El futbolista se hallaba en la concentración de Platense, a la espera del partido ante su ex club Independiente, mientras tanto los delincuentes se llevaban dinero en efectivo, celulares, zapatillas, perfumes y otras pertenencias de su departamento.
Apenas se enteró, “Chila” fue a ver sus padres acompañado de un par de integrantes del cuerpo técnico “calamar”. Expresó que “cuando llegué, estaba todo revuelto, un desastre”.
El futbolista de Misiones destacó que sus padres no sufrieron agresiones físicas: “Fue un momento de mierda, pero gracias a Dios ellos están sanos y salvos. Solo un poco shockeados y, sobre todo, tristes. Son parte de una familia de campo, gente trabajadora, que no tiene maldad”.
Wilson y Marisa habían llegado desde Misiones para celebrar el cumpleaños número 23 de su hijo y pasar unos días en Buenos Aires.
Márquez y un difícil partido de jugar
Los directores técnicos del Calamar, Favio Orsi y Sergio Gómez, se refirieron al violento episodio de inseguridad en la conferencia de prensa después del empate en casa contra conjunto de Avellaneda y expresaron su apoyo al jugador y a sus padres.
“No pasamos una buena noche porque le entraron a robar a la casa del Chila. Los padres sufrieron un robo muy violento y el chico se fue de la concentración, pero igualmente volvió y puso la cara”, comentaron. Y concluyeron: “Nos dio mucha bronca. Teníamos ganas de ganar el partido para dedicárselo. Fue algo que nos golpeó. Nos puede pasar a cualquiera”.