Con vistas al Torneo Provincial de la Federación Misionera de Fútbol, que se pondrá en marcha este fin de semana, los tres clasificados por la Liga Apostoleña de Fútbol esperan con ansias sus respectivos estrenos.
Tuyutí, último campeón del certamen de la Capital de la Yerba Mate, Deportivo Rosamonte campeón de la Copa de la Liga, y Sol de Mayo de Colonia Liebig (Corrientes), que fue el club mejor promedio de puntos en la tabla anual, comenzarán su camino y lo viven con mucha expectativa.
El Aurinegro recibirá el domingo a Libertad de El Soberbio a las 17, en el estadio Manuel Belgrano, en un juego correspondiente a la Zona 1, y tiene la intención de mejorar la producción de la temporada pasada.
“Venimos preparándonos hace bastante, la idea es superar lo que fue el año pasado y tener mentalidad de llegar a las instancias finales como en nuestro mejor torneo del 2009 cuando llegamos a la final”, aseguró el DT Ricardo Fernández.
Santiago Verón (Regional), Pablo Almada (Independiente), Emiliano Ortiz (Racing Club), Axel Amarilla y Natanahel Fernández, son algunas de las incorporaciones.
Por su parte, Deportivo Rosamonte visitará a Olimpia San Antonio de Oberá, también el domingo a las 17, por la Zona 2. El entrenador Luciano Rodríguez optó por mantener la base de la temporada anterior.
“Arrancamos el 2 de febrero la pretemporada y los sábados con fútbol o algún amistoso”, expresó Rodríguez, que incorporó a jugadores como Brian Fran (Central) Gabriel Dumanki (Tres Capones), Lisandro Almeida (Estrella del Norte), Jonathan De Lima (Atlético Concepción), Osvaldo Martínez (Independiente), Claudio Ramírez (Racing).
A su vez, el equipo correntino (juega en la Liga de Apóstoles), con el DT Javier Macena a la cabeza, tendrá como rival en su cancha a Ex Alumnos de Oberá, el domingo a las 17, por la Zona 4.
“Armamos un equipo joven y recién comenzamos a sumar algunos más (Guerra, Gauto, Morcillo, Dos Santos y dos arqueros)”, declaró Macena que, además, contó que se encontró con contratiempos inesperados: “La mayoría de los jugadores trabajan en la empresa yerbatera de la cooperativa de Liebig y muchos estuvieron constantemente apagando el incendio, pero gracias a Dios estamos bien”, sentenció.