La familia de Jessica Silvana Duarte (31) reclamó a la Justicia mayor celeridad en el último tramo del proceso judicial contra el hombre acusado de ser su asesino, quien quedó a un paso de ir a juicio oral y donde podría recibir la pena máxima de prisión.
“Nos enteramos por PRIMERA EDICIÓN de que esta persona debe responder por lo que hizo, queremos que pague, queremos justicia por ella y por sus dos hijos”, manifestó Yolanda Duarte (31), hermana de la víctima.
La mujer hizo referencia a lo publicado por este Diario hace una semana, donde se anunció que el fiscal de Instrucción de Puerto Iguazú firmó el pedido formal para juzgar a Juan Krizezuk (53), por matar a golpes, estrangular y enterrar a su expareja en una chacra de Comandante Andresito.
El femicidio fue cometido en junio de 2023 y será una herida que jamás cerrará para la familia de la víctima, quienes afirmaron “queremos que este individuo sea condenado, nada nos devolverá a Jessica, sabemos que no tiene perdón, pero debe pagar por lo que hizo y en la cárcel”.
“Dejó dos hijos huérfanos de madre, que hoy estamos cuidando nosotros. Actualmente tienen 8 y 13 años”. La nena, quien es la más pequeña, fue concebida con Krizezuk. Al respecto, Yolanda comentó que la menor “no quedó bien desde lo que pasó, tiene retraso madurativo a raíz de la muerte de su madre y tuvo que hacer tres veces primer grado. Era testigo de las golpizas que sufría su mamá por parte de su padre, quien además la maltrató muchísimo a ella también, dado que nunca la quiso. Es asistida por psicopedagogas, psicólogos, pero lamentablemente parece no recuperarse”.
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Horror y dolor
Jessica habría cumplido 33 años el próximo 11 de marzo, pero le truncaron la vida. El miércoles 7 de junio de 2023, se dirigió desde la casa de su madre en el barrio Quintas Altas de Andresito y le dijo que tenía que ir hasta la chacra en el paraje Cabureí, donde trabajaba Krizezuk. El hombre la citó para firmarle una autorización para que ella pudiera salir del país con la niña.
La última persona que los vio juntos fue el empleador del imputado y dueño de la chacra. El domingo 11, familiares de Duarte denunciaron su desaparición y con los primeros datos los efectivos se dirigieron a la chacra ubicada en inmediaciones de la ruta nacional 101 y la provincial 25.
Los policías encontraron en el lugar primero una cartera de mujer tirada y luego la motocicleta abandonada de Duarte, una Kymco 110.
En el galpón donde Krizezuk guardaba las herramientas encontraron una pala con manchas que parecían ser de sangre y el mango roto.
Tras rastrillar 47 hectáreas hallaron tierra removida en una chacra lindante. Allí estaba el cuerpo de Duarte, envuelto en bolsas de arpillera plástica. Tenía golpes en la cabeza y en el rostro. En la vivienda que ocupaba el sospechoso encontraron las zapatillas de la víctima.
La autopsia reveló que fue estrangulada con un elemento similar a un cinto.
“Bebía caña y le pegaba embarazada a mi hermana. Yo misma lo denuncié. En el último audio que le envió a ella le dijo ‘si no sos mía, no vas a ser para nadie’”.
Yolanda Duarte, hermana de la víctima
El martes 13 de junio fue detenido Krizezuk, escondido en el monte. El acusado tenía una medida restrictiva vigente que no respetó. Un año y medio antes del femicidio, le propinó una golpiza a Jessica luego de encerrarla en su vivienda del barrio 2 de Junio de Andresito.
Yolanda agregó que “mi hermana vivió nueve años de amenazas, de golpes. Le llegó a cortar el cuello en una oportunidad. Había más de veinte denuncias hechas por ella”.
La familia de Jessica está compuesta por sus padres y sus seis hermanos. Ahora sus dos hijos “son criados con el amor de todos,”, contó Yolanda.