En el marco de una investigación que lleva adelante la Justicia Federal de la provincia de Salta, fueron detenidos dos comerciantes misioneros acusados de integrar una banda dedicada al narcotráfico y que operaba en el NOA, NEA y Buenos Aires, aunque no se descarta otros nexos de orden trasnacional.
En este caso, tal cual publicó el sitio El Expreso de Salta, ambos individuos oriundos de Misiones fueron arrestados el pasado martes en Posadas, como resultado de varios allanamientos, los que también derivaron en el secuestro de tres vehículos de alta gama, más de 20 teléfonos celulares, nueve computadoras, armas, más de 16 millones de pesos, 1.800.000 guaraníes, 1.709 reales y poco más de 6 mil dólares.
A requerimiento de la fiscalía, el magistrado dio por formalizada la imputación contra ambos detenidos por el delito de “transporte de estupefacientes agravado por el número de intervinientes, en calidad de coautores”.
Les dictó la prisión preventiva y autorizó una serie de pericias y admitió el levantamiento del secreto bancario y bursátil de los dos imputados de la tierra colorada.
La mayoría de los acusados tienen vinculación directa con Gendarmería, dos de ellos estaban en actividad cuando fueron detenidos, en tanto, que otros dos habían sido dados de baja y un quinto estaba por ingresar a esa fuerza.
Todo se inició el año pasado, tras la captura de un gendarme tras una persecución vehicular. El integrante de la fuerza federal transportaba más 303 kilos de cocaína, carga valuada en más de 4 mil millones de pesos. “A partir de este procedimiento, y el secuestro del teléfono del gendarme, se inició una investigación que dejó al descubierto un complejo entramado de maniobras ilícitas”, explicó el fiscal.
Hubo allanamientos en las localidades misioneras de Bernardo Irigoyen, Posadas, en la ciudad de Orán y en la provincia de Buenos Aires, calificados de exitosos, tanto por la detención de los dos comerciantes, como por la enorme cantidad de secuestros.
Los allanamientos se hicieron en las viviendas de los dos acusados y también en un estudio contable de la capital misionera.
Uno de los implicados, mediante audios, instruía como embutir la droga y sugería otras maniobras de ocultamiento.