“Entraron muchos inversores financieros porque los bonos y los activos de las empresas estaban regalados, pero la cuestión de fondo sigue siendo esa, si los argentinos vamos a poder, más allá de Donald Trump y el FMI. ¿Podremos bajar la inflación a niveles de menos de 10% y tener un sendero claro?”. La duda planteada por Facundo Gómez Minujin, presidente del banco de inversión JP Morgan en la Argentina, es la que tiene justamente los inversores a los que casi semanalmente el Gobierno les pasa la gorra.
El contexto, repleto de errores no forzados como el escándalo cripto y de promesas incumplidas o cumplidas a medias como la de las retenciones, impulsan las incertidumbres que evitan la llegada real de inversiones.
Anuncios en ese sentido se dan casi todos los días. Sin embargo, pasan las semanas y a la vuelta de estos quince meses el resultado sigue siendo el mismo. Las inversiones que permitirán la retracción del desempleo, la reducción de la pobreza y el ingreso de dólares genuinos siguen sin aparecer. Seguramente aparecerán cuando el Gobierno despeje las dudas ajenas y las propias.