En su edición de ayer, esta misma columna advertía de los problemas que se le avecinaban a Argentina por la imposición de aranceles a las importaciones que había anunciado Donald Trump. Hasta ayer la posibilidad de que Argentina fuera parte de esa medida era incierta aunque muy probable. Hoy, con el anuncio del Gobierno de los Estados Unidos, ya no quedan dudas de ello. Trump negó la posibilidad de eximir por el momento a la Argentina de los aranceles del 25% que anunció para las importaciones de aluminio y acero que ingresen a los Estados Unidos.
Esta medida tendrá un impacto directo en las exportaciones de productos a ese país, que promediaron más de 600 millones de dólares en las últimas décadas. En el gobierno de Javier Milei no esperaban tamaño revés por parte del “amigo” del norte y ahora analizan los pasos a seguir para encontrar una salida a las imposiciones.
Es curioso confirmar en tan pocos días lo que muchas veces se afirmó en esta columna durante meses. Trump y Milei se dicen muy semejantes entre sí, pero revelan una ideología económica diametralmente opuesta. El argentino abre importaciones poniendo en riesgo la industria local; el norteamericano se pone al frente de su país y lo vuelve ultraproteccionista.