La “guerra santa” por el superávit sigue vigente a costa de temas sensibles que ya tienen un impacto evidente en lo social más allá de los salarios y las jubilaciones.
Sostener el equilibrio lleva, por ejemplo, a que las rutas nacionales no tengan el mantenimiento necesario poniendo en riesgo la seguridad de quienes las transitan.
“Las rutas se están deteriorando mucho, ya estamos en un nivel de servicio muy bajo, y eso repercute en accidentes, en muertes, en heridos, y los vemos todos los días”, sostiene al respecto el secretario adjunto de la Asociación Gremial de Profesionales y Personal Superior de Vialidad Nacional, José Raúl Rizzo.
Ejemplos de cómo la ausencia del Estado repercute en lo social abundan a diario. Por ejemplo, mientras los incendios forestales arrasaban la Patagonia y Corrientes, el Gobierno nacional demoró más de dos meses en publicar la licitación para comprar mangueras.
Aunque la documentación fue firmada el 16 de diciembre de 2024, en plena emergencia, el pliego recién se hizo público el 19 de febrero de 2025, cuando gran parte del daño ya estaba hecho y los brigadistas llevaban semanas exigiendo nuevos insumos.