La eliminación de las moratorias previsionales en Argentina, prevista para marzo, no resulta sorpresiva, ya que su extinción estaba estipulada en la Ley Bases. Sin embargo, su impacto es significativo, nueve de cada diez personas en edad jubilatoria necesitan recurrir a una moratoria para acceder a su jubilación y sin moratoria se elevará la edad jubilatoria de las mujeres a los 65 años.
A pesar de esta realidad, el gobierno de Javier Milei no ha planteado ninguna alternativa para quienes quedan excluidos del sistema previsional, lo que generará “graves consecuencias”, según dijo a PRIMERA EDICIÓN el abogado defensor de la Tercera Edad, Eugenio Semino.
“En primer lugar, sin la moratoria la edad jubilatoria de las mujeres, en la práctica, se eleva a 65 años. Aunque la legislación permite jubilarse a partir de los 60, los datos de la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSeS) indican que el 90% de las mujeres menores de 64 años no alcanza los 30 años de aportes requeridos. Esta situación no responde a la falta de trabajo, sino a la histórica discriminación laboral que ha llevado a muchas mujeres a empleos informales sin contribuciones al sistema previsional”, dijo enfático el experto.
La alternativa que queda para quienes no pueden jubilarse es acceder a la Pensión Universal para el Adulto Mayor (PUAM), un beneficio no previsional creado en 2016.
“Sin embargo, este sistema presenta desventajas sustanciales: el monto equivale al 80% de la jubilación mínima y no se hereda, a diferencia de una jubilación ordinaria. Además, la jubilación mínima en Argentina ha perdido poder adquisitivo de forma constante en los últimos siete años, alcanzando niveles críticos que apenas cubren un tercio de la canasta básica”, cuestionó el hombre.
Ausente de la agenda
Organismos especializados han advertido que el país enfrenta una emergencia humanitaria en este ámbito, dijo Semino, quien desde la Sociedad Iberoamericana de Geriatría y Gerontología, por ejemplo, señaló que “los jubilados deben optar diariamente entre alimentarse, comprar medicamentos o pagar un alquiler, lo que evidencia el deterioro de sus condiciones de vida”.
“Pese a ello”, argumentó Semino, “la problemática previsional sigue ausente en la agenda política, donde predominan temas como la reforma judicial, la seguridad y las criptomonedas, sin un enfoque concreto en los más de ocho millones de jubilados afectados”.
El hombre aseguró que el desmantelamiento de las moratorias previsionales deja en evidencia la falta de un plan de reforma estructural del sistema. Un cambio de esta magnitud requiere amplios consensos sociales y políticos, como ha sucedido en otros países que han revisado sus esquemas previsionales para evitar crisis a largo plazo. Sin embargo, en Argentina, la discusión se reduce a medidas aisladas sin un abordaje integral.
Algunos sectores han propuesto aumentar la edad jubilatoria como una solución al déficit del sistema, pero el especialista advirtió que esta medida no es suficiente y puede generar otros problemas, como la obstrucción del acceso de los jóvenes al mercado laboral formal.
“Con más del 40% del empleo en la informalidad, una decisión apresurada podría agravar aún más la precarización del trabajo y la falta de aportes al sistema previsional”, fue la opinión del defensor.
Más incierto
“En este contexto, el futuro de los jubilados argentinos es incierto. Mientras el debate político evade la cuestión previsional, millones de personas se enfrentan a un panorama de pobreza y exclusión. No vemos que se está trabajando en solución estructural que garantice un acceso equitativo a la jubilación. El derecho a una vejez digna sigue siendo una deuda pendiente en el país. Todos los gobiernos democráticos sin excepción jamás se hicieron cargo de los jubilados, quienes en estas circunstancias están condenados”, enfatizó Semino.
“A veces uno escucha cuestiones grotescas, absurdas, por ejemplo que aumentando la edad jubilatoria se podía resolver el problema. Una cosa que es una verdadera estupidez. Si se aumenta la edad jubilatoria de los hombres a los 70 o 75 años, en ese mismo momento lo que está haciendo es excluir la entrada al mercado laboral formal de la misma cantidad de jóvenes, algo que en parte, está pasando”, dijo el hombre con tono de denuncia.