En febrero del año pasado detuvieron a un hombre de 35 años en Puerto Rico, luego que desde Estados Unidos alertaran que desde una dirección IP de internet, se distribuía Material de Abuso Sexual Infantil (MASI). Este sospechoso continúa detenido, con su prisión ratificada por la Justicia y con, en principio, nuevas pruebas en su contra.
Tal como publicó este Diario, su defensa había apelado la prisión preventiva dictada por el juez de Instrucción 1 de Puerto Rico, Leonardo Manuel Balanda Gómez. Además, el defensor había solicitado que se le otorgara la excarcelación supeditado a la investigación en curso.
El pasado 26 de febrero, la Cámara de Apelaciones en lo Correccional y de Menores, rechazó todo lo planteado por la defensa, por lo cual quedó firme la prisión preventiva.
El hombre, un empleado de una reconocida casa de comidas de esa localidad y que además tenía conocimientos de informática, tenía en su poder videos de MASI y en uno de ellos podía verse en una situación sexual con una menor de edad.
A medida que recabaron pruebas, recientemente se supo que hay otra menor que sería víctima de este hombre. En las próximas semanas le realizarán una pericia de Cámara Gesell para confirmar si sufrió alguna situación de abuso.
Una vez completado ese informe, no se descarta que el fiscal Héctor Simon solicite la elevación a juicio de la causa contra este hombre, quien está imputado por los delitos de “distribución y tenencia de material de pornografía infantil”.
También posee una causa por “grooming” desde diciembre de 2023. Por esos días empezó a ser investigado por la Justicia local, hasta que en enero, lo detuvieron luego del alerta de Centro Nacional para Niños Desaparecidos y Explotados (NCMEC) según sus siglas en inglés.
Por el primer caso, una vecina de Puerto Rico denunció que le revisó el celular a su hija y descubrió que este sospechoso le había enviado mensajes en los cuales acosaba a la menor con fines sexuales, configurándose así el delito de grooming, artículo 131 del Código Penal.
Respecto a la menor que se veía en un video, tocándolo en sus partes íntimas y a la que él publicó una foto junto a ella en una red social, no pudieron determinar su identidad. Tampoco en qué domicilio se filmó el video ni tampoco si fue en la localidad u otro punto de la provincia. Finalmente, tampoco se presentó nadie a denunciarlo puntualmente por ese hecho.
Sí, una sobrina del acusado que hoy es mayor de edad, al enterarse de su aprehensión recurrió a la Justicia a contar que había sido abusada cuando era pequeña.
Primero allanaron su domicilio, donde secuestraron varios equipos electrónicos cuyo contenido fue analizado posteriormente por peritos de la Secretaría de Apoyo para las Investigaciones Complejas (SAIC). Luego hicieron lo mismo en la vivienda de sus padres y en un tercer lugar, en busca de más equipos para ser peritados.
La revisión, confirmó que tenía material de abuso infantil, tal como lo habían detectado desde EEUU, los cuales intercambiaba, pero además que los producía, precisamente con el video junto a una menor.