Ricardo Enrique Gies, nació en Galvez, Provincia de Santa Fe el 5 de marzo de 1917. Trasladado con sus padres Curt Ernesto Gies y Aurora Almanza, llegó muy pequeño a Misiones y se recibió de abogado en 1939, con 22 años de edad.
Estuvo casado con Luisa Gibaja. Buen arquero de Atlético Independiente de Posadas y como profesional se desempeñó en el Club y solventó parte de sus estudios universitarios. Profesor de historia en la Escuela de Comercio Nº 1, abogado excelente, Presidente del Colegio con gran labor allí, durante el peronismo triunfal permaneció en ignorado segundo plano. Cuando el Movimiento perdió el poder, aprovechando que era Director-Delegado de la entonces gran fábrica “Heller Hnos”, contribuyó a aliviar las penurias de peronistas sin trabajo, en especial de los dirigentes gremiales perseguidos y sin horizontes.
Dotado de una relativa solvencia económica, fue pródigo, generoso al extremo y espléndido para contribuir al pago de los gastos mínimos demandados para la transmisión de ideas y difusión de las instrucciones para el “voto en blanco”, actitud peculiar y regular del peronismo proscripto.
Su simpatía, invariable buen humor y trato fino y cordial le valieron la simpatía de muchísimas personas, fueran o no peronistas. Ayudó sin cálculos mezquinos ni esperas de reconocimientos, a una enorme cantidad de personas, siendo el fiador obligado de decenas de deudores, con los resultados que ya se presume.
Para la acción política de resistencia mantuvo contactos frecuentes con dos amigos entrañables: Francisco Victorino Ripoll y Juan Manuel Irrazabal.
Fuente: Posadas del Ayer